perdida de creencia en la religion catolica en los jovenes

Se escribió bastante sobre el analfabetismo bíblico de los fieles jovenes y la fuga de los jóvenes de la Iglesia. Varios han visto esta inclinación, y yo asimismo la he visto anecdóticamente como pastor de jóvenes (y vergonzosamente, contribuí a la inclinación en el transcurso de un tiempo antes de mudar de rumbo). Ciertos escritores y observadores cristianos niegan completamente la escapada de los jóvenes, pero las estadísticas crecientes deberían alarmarnos bastante como líderes de la Iglesia para llevar a cabo algo. Mi promesa en este articulo es sencillamente consolidar una parte de la investigación a fin de que consigas elegir por ti. Voy a ordenar los descubrimientos recientes de una forma que ilumine el inconveniente:

Cuarta ola

«Según los datos de nuestro informe la religión pierde lote desde el momento en que se empezaron, en 1984, pero hubo instantes de aceleración singularmente fuertes de este fenómeno, en especial entre 1999 y 2005, con un genuino «salto mortal», una pérdida de 18% de católicos en solo cinco años», enseña el sociólogo, en entrevista concedida a Aleteia.

Nos hallaríamos frente a una cuarta ola, que proseguiría otras tres, establecidas por Alfonso Pérez Agote, catedrático retirado de Sociología de la Facultad Complutense de La capital española, en su obra Cambio espiritual en España : los avatares de la secularización (Centro de Indagaciones Sociológicas, La capital española, 2012).

“Hemos silenciado a Jesús y secuestrado su imagen”

El sacerdote Joaquín Sánchez cree en una “Iglesia fundamentada en el cariño al prójimo” y “actualizada a fin de que se acerque a el resto”. Este párroco afirma que no todos y cada uno de los ámbitos de la Iglesia coinciden, e inclusive le han invitado a irse: “Yo fuí muy cuestionado cerca de la Iglesia. Me hicieron el vacío y he llegado a sentirme muy arrinconado”. Sánchez asegura que «la multitud conservadora ha mutilado el evangelio solo para legitimar sus vidas, cogiendo solo aquellas partes que le resultan de interés, sin cuestionar a la sociedad donde habitan».

El sacerdote, que interpreta “la fe como una motivación de pelea”, va a partir a lo largo de las próximas Navidades a un campo de asilados en Grecia para sugerir asistencia humanitaria, como ahora hizo a veces precedentes. Para él, este género de actuaciones son las que deberían hacerse desde todos y cada uno de los campos de la institución. “La Iglesia se empeña en encerrar a Dios en las Iglesias, en los ritos y en los vestuarios, y es un horrible fallo. La Virgen no desearía que le llenáramos de joyas y mantones, desearía que se lo diésemos a la multitud que lo precisa”.

¿Un país que pierde su religiosidad?

Los millennials son la generación donde mucho más aumentó el porcentaje de personas sin religión, primordialmente en Baja California, Quintana Roo, la CDMX, Tamaulipas, Chihuahua y Sonora. En varias zonas de México, indudablemente en el próximo censo observaremos tantas personas sin religión como personas católicas, afín a eso que se aprecia en Francia y en ciertos otros países.

Ni en todas y cada una de las entidades ni en todos y cada uno de los conjuntos de edad la población sin religión aumentó. En verdad, en una gran parte del Sur y Sudeste mexicano (excluyendo Quintana Roo y Yucatán) el porcentaje de personas que reportan no tener religión se redujo entre 2000 y 2020. Por servirnos de un ejemplo, en 2020, 9% de la gente de entre 55 y 59 años de Chiapas reportó no tener religión. No obstante, el 13% de la población de este conjunto hace 20 años (con una edad de entre 35 y 39 años) reportaba no tener religión.

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