Este es un tema difícil de tratar en tanto que fué discutido de muchas formas y formas en todo el tiempo, en el artículo, mucho más que discutir sobre el tema procuraré enseñar múltiples puntos de vista que nos deje llegar a conclusiones prácticas , quizás no sean medites en sí, voy a mostrar múltiples ideas que con la bendición de Dios nos asistan a meditar diferente.
Primero debo resaltar que el papel bíblico del hombre está completamente definido y a la perfección explicado, pienso que desde la visión bíblica no existe nada que discutir o debatir, por consiguiente, investigar el papel del hombre en el ambiente iglesia es mucho más bien un tema de ocupación y por qué razón no decirlo de cultura tanto personal como religiosa. Bíblicamente comentando no hay una distinción entre hombre y mujer, Jesús en la práctica devuelve la dignidad a la mujer de muchas formas, precisamente hay que estimar que la civilización judía daba una mayor visibilidad a los hombres por sus funcionalidades sociales, pero, si asistimos al ‘Evangelio estamos a Jesús realizando una misma pregunta a Pedro ahora Marta de Betania. Pedro, frente el interrogante: «¿Y nosotros quién afirmáis que soy yo?» Responde: “Tú eres el Mesías el Hijo de Dios vivo” (Mateo 16, 13-20; Marcos 8, 27-30; Lucas 9, 20). En Juan 11, 26-27 hay un diálogo muy semejante, profundo y profundo, antes de la resurrección de Lázaro. Al finalizar de charlar Jesús pregunta a Marta: “¿Crees esto?” A eso que Marta responde: «Sí Señor, yo pienso que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios que debía nacer». La pequeña diferencia es que a Pedro le apunta que no sale la contestación, sino le fué revelada por el Padre, al paso que a Marta no le afirma nada. Y la contestación fué idéntica. No tenemos la posibilidad de decir que Pedro (y con él los hombres) haya sido solamente sincero, ni mucho más inspirado que Marta (y con ella las mujeres). Por consiguiente, los hombres no tienen la posibilidad de atribuirse mucho más méritos que las mujeres.
El comentario del cardenal Joseph Ratzinger
El cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, fue el responsable de enseñar a la prensa en todo el mundo la novedosa encíclica de Juan Pablo II. Reproducimos ahora ciertos parágrafos de su intervención.
El tiempo cultural y filosófico general niega el día de hoy la aptitud de la razón humana para entender la realidad. Disminuye la racionalidad a ser sencillamente instrumental. Así mismo, la filosofía pierde la dimensión metafísica, y el modelo de las ciencias humanas y experimentales se transforma en el factor y el método de la racionalidad.
Relacionado:
hombre conocer el mundo que nos rodea ciencia religión
que recibe el hombre de dios segun la religion catolica
puede prescincir el hombre de la religión y de dios
