la gente tiene derechos la religion no tiene derechos

En el contexto de la 49ª Reunión General de la OEA, efectuada en Medellín, Colombia del 26 al 28 de junio, y observando la iniciativa que logró el Gobierno estadounidense para integrar una resolución sobre independencia religiosa, que al final fue aprobada por el plenario, nos planteamos poner en discusión las implicaciones que tiene esta resolución y de qué manera esto perjudica o afectaría al ejercicio de la ciudadanía y de las organizaciones en el espacio civil de todos los países integrantes de la OEA.

El día miércoles 26 de junio, en horas de la tarde, llevamos a cabo adjuntado con el Conjunto de Estudios Multidisciplinares de Religión y también Incidencia Pública (GEMRIP) un panel de discusión llamado “Implicancias y retos de la Resolución sobre Independencia Religiosas en la Reunión General de la OEA”. Allí tenemos la existencia de la asesora en temas de independencia religiosa del Departamento de Estado estadounidense, la señora Victoria Alvarado; el secretario Ejecutivo de la CIDH, Paulo Abrão y el directivo de GEMRIP, Nicolás Panotto. Este panel fue moderado por nuestra directiva ejecutiva, Gina Romero.

INTRODUCCIÓN

El surgimiento de la función cognitiva al humano moderno hace precisamente 30 mil años, permitiendo el éxodo de novedosas maneras de meditar y estar comunicado desde allí, va precipitar aun el comienzo de la estratificación popular, el comercio y la religión. Los humanos, desde ese instante, vieron el planeta desde la visión de las opiniones sobrenaturalmente. En estas sociedades ancestrales, la religión y las leyes formaban una parte de una amalgama que las unía intrínsecamente mediante vínculos de familia y hereditarios, formando en un inicio el gobierno de los genes y, más tarde, reproduciendo el núcleo de las instituciones en las relaciones sociolegales -económicas . -la política, en una unión umbilical entre Estado y religión, donde las leyes se formaron y aceptaron como fórmulas sagradas y las atribuciones de reyes y jueces, subsumidas asimismo como sacerdotales (COULANGES, 2006).

A lo largo de bastante tiempo, la religión que formaba una parte de la vida popular, política y económica de las sociedades viejas, no fue objeto de una sola y única verdad absoluta en menoscabo de otras opiniones de distintas etnias . Cada sociedad adoraba a los dioses sin ignorar o ignorar la presencia de dioses extranjeros. Quizás dado a que la religión se produjo en el culto familiar, en el campo limitado a la familia como una parte de las leyes y prácticas de los pueblos viejos en el campo del principiante derecho privado, después la génesis de las instituciones y leyes civiles del Estado en estas sociedades viejas, no existía espacio, ni el reconocimiento de la aversión o la intolerancia como en la temporada moderna.

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