leyes religiones y argumentos en contra de la eutanasia

La iniciativa de muerte desde un criterio espiritual es indebida ya que, considera sin tener bases suficientes para lograr determinarlo de esta forma, que la desaparición es una suerte de paso del chato sensible al chato suprasensible. No es el objetivo de la conciencia, es el comienzo de su auténtico avance. Para el pensamiento espiritual que, sin haber podido evaluar la presencia del alma y de Dios, se considera como el paso preciso para trascender el chato sensible y también entrar lo suprasensible, es bueno. Por esta razón, la manera o la manera en que se muere es lo que menos importa, lo esencial radica de todos modos en entrar a esta situación cuya vida se limita al ideario católico.

Los ateos, los agnósticos y los no fieles por norma general saben que una vez el sujeto concluye, es el desenlace. No hay un dios o un demonio aguardándole para bendecirlo o maldecirle, salvarle o condenarle. La desaparición es el objetivo de un período subjetivo. Es el objetivo de la conciencia. Varios cristianos como están convencidos de la otra vida, por norma general, no les importa nada fallecer indignamente. Quienes todavía, pese a sus deficiencias, no hemos renunciado a la razón pensamos que, tal como se tiene el derecho a gozar una vida digna en sus dimensiones, además es un derecho poder poder ingresar, si es requisito, a una muerte digna.

Eutanasia activa y pasiva

La eutanasia directa, que hemos visto en el aparato previo, se puede clasificar en 2 tipos, en dependencia del género de trámite médico que se utilice para generar la desaparición del tolerante. De este modo, tenemos la posibilidad de distinguir:

  • La eutanasia activa o efectiva. Se da en las situaciones en que el plantel médico participa en el cuerpo del tolerante para generar la desaparición, suministrándole medicamentos o substancias.
  • La eutanasia pasiva o negativa. Se da en las situaciones que el plantel médico no participa en el cuerpo del tolerante para salvarle la vida, sino ejerce una omisión de métodos resucitatorios o terapéuticos, para aceptar al tolerante fallecer.

Vaticano: La eutanasia, un «pecado grave»

La eutanasia es un «delito contra la vida humana» y un «acto intrínsecamente malvado en toda situación y situación» , afirma el archivo.

El Vaticano afirma que quienes aprueban leyes en pos de la eutanasia y el suicidio asistido son “cómplices de un pecado grave que otros ejecutarán”.

¿La iglesia se afirma en pos de la vida, digna o impropia?

Es muy conocida que entre las causas primordiales de la Iglesia Católica para ponerse en contra a la eutanasia es que es una institución que está en pos de la vida. O sea completamente falso. La Iglesia Católica se encuentra dentro de las instituciones mucho más delincuentes que existió en la historia. Por siglos impuso los dogmas de una manera poco evangélica. Las cien mil brujas en Alemania que, entre 1450 y 1550, fueron incineradas no considero que hayan sostenido lo mismo en el momento en que eran ejecutadas por los lacayos del Papa. Los quince mil judíos que fueron asesinados ferozmente y los 2 mil calcinados por las turbas católicas creo que sus vidas no fueron reconocidas como sagradas de principio a fin.

La iniciativa de amabilidad que tiene la Iglesia Católica no es la mucho más satisfactorio y saludable que afirmemos, en tanto que su fundamento radica en la Biblia, un libro lleno de todo género de atrocidades. Para la iglesia solo hay 2 maneras de vivir humanamente: como un individuo buena o mala. La buena se salvará y la mala se condenará. Es una visión totalmente clausurada como los dogmas. Quemando los herejes en las fogatas, les hacían un colosal bien. Es mucho más, habían de ser los condenados a padecer tan indecible tortura quienes habían de estar agradecidos con la amabilidad sin limites de la santa madre iglesia.

Principios éticos comprometidos

Hay 2 principios éticos comprometidos y contrapuestos al enfrentamiento cerca de la eutanasia: el de autonomía y el de beneficencia. El principio de autonomía menciona al derecho que tiene la persona de elegir sobre su cuerpo, englobando de qué forma y cuándo fallecer. El principio de beneficencia refiere que solo el médico tiene la potestad de los tratamientos recomendables para sus pacientes (Comisión Nacional de Arbitraje Médico, 2017).

Aparte de estos principios, la visión religiosa fué un factor primordial en el enfrentamiento, que se basa en el supuesto de que Dios, o su intención, solo puede hacer y eliminar la vida. A este respecto, cabe resaltar que, en una sociedad como la nuestra, laica y plural, no se tienen la posibilidad de delinear políticas públicas destinadas a toda la población con base en opiniones religiosas compartidas solo por un lado de esta (Álvarez, 2014).

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