que tiene que ver el hambre con la religion

Por: Enrique Villegas

(ZENIT Novedades / Alepo, Siria, 08.07.2022).- Una religiosa que ministra a los cristianos perseguidos en Siria ha advertido que “una enorme bomba” de apetito está explotando a todo el país.

Una idea afianzada

El emprendimiento tiene fundamento evangélico y concepción empresarial. Para su correcta operatividad es requisito el trabajo de 137 usados de planta, a los que se sumaron en el último año 1.162 alumnos de 32 universidades y 3.167 voluntarios. Para Saldarriaga Molina esta colosal tarea de solidaridad ―apoyada en el 2017 durante más de 1.000 donantes que aportaron mucho más de 14.000 toneladas de alimentos― está según entre los postulados del papa Francisco: “No amamos de palabra sino más bien con proyectos”.

Las ayudas no se entregan de manera individual. Todo el trabajo se lleva a cabo con 1.129 fundaciones no lucrativo que desarrollan planes sociales en las veinte localidades ―una suerte de distritos zonales― donde está dividida Bogotá, tal como en pueblos vecinos. El directivo del Banco enseña que entre las organizaciones favorecidas existe variedad de programas, entre ellos, jardines infantiles, viviendas para ancianos y entidades que asisten a drogodependientes, familias indigentes, personas en condición de discapacidad y alejados de Venezuela».

El Pan de vida

En el árabe egipcio informal, el “pan” lleva por nombre “aísh” (عيش). Esta es exactamente la misma palabra utilizada para “vida”, asimismo es la relevancia de este alimento para la población, en especial para la parte importante que vive en condiciones de pobreza. Yo suelo decir que, si uno desea comprender intensamente un pueblo y su cultura, es requisito estudiar su lengua. El idioma es una de las maneras en las que la identidad de un pueblo, las opiniones y la cosmovisión se hacen mucho más evidentes. Y el árabe egipcio me ha enseñado bastante sobre la manera de ver el planeta y la conexión que este fantástico pueblo tiene con Dios.

En Egipto, hace mucho más de medio siglo, el gobierno subvenciona la venta del clásico pan egipcio (muy afín a eso que nosotros conocemos como pan sirio), a fin de que no falte en la mesa del pueblo. Hay incontables sitios de distribución por el país, donde diez panes son vendidos al semejante a menos de un centavo de dólar, cuando menos cinco ocasiones mucho más económico que en las panaderías recurrentes. El pan no solo es una práctica, sino refleja la pobreza del país y la necesidad de un alimento económico y que sostenga.

Deja un comentario