que pasa cuando la ciencia choca con la religion

La unidad del conocimiento, según Edward O. Wilson La fragmentación del comprender se encuentra dentro de los inconvenientes de nuestra temporada. Entendemos varias cosas, pero muy diferentes, y no en todos los casos es simple conseguir pautas que asistan a orientar la conducta. Edward O. Wilson, instructor de Harvard y creador de múltiples best sellers, ofrece en su último libro poner en el centro de toda la biología evolutiva para integrar nuestros entendimientos. Pero este sendero quizá nos acerque mucho más a las hormigas que a nosotros.

Ahora nos nos encontramos habituando a conocer títulos de películas en inglés, pero en este momento comenzamos con los libros. Hace un año se anunciaba en USA como best-seller, antes de salir, un nuevo libro de Edward Osborne Wilson que se titula Consilience. La versión castellana mantiene el título original, que no es una palabra ordinaria no en inglés. Eso sí, el título va acompañado de la traducción al español del subtítulo original: La unidad del conocimiento (1).

1899

1899 | Netflix

Para Baran bueno Odar y Jantje Friese, su trayectoria tuvo un punto de cambio con Dark, el exitoso espacio que se atrevió a divertirse con el suspense y la ciencia ficción. Una mezcla que vuelven a emplear en 1899.

Ciencia y religión ¿compatibles o incompatibles?

La primera pregunta que tenemos la posibilidad de proponernos es si ciencia y religión son entre sí compatibles o no. O sea, si una y otra tienen la posibilidad de convivir o siempre una excluye a la otra y entre ellas solo probablemente halla un enfrentamiento ineludible.

cristianismo

No es extraño localizar, todavía el día de hoy, la opinión, a veces extendida, de que la ciencia y la religión son mutuamente incompatibles y la relación entre ellas fué siempre y en todo momento una fuente de ineludibles enfrentamientos.

Se las considera como 2 visiones contrapuestas de todo el mundo, que no tienen la posibilidad de menos que chocar siempre y en todo momento entre sí. No solo eso, sino cada una niega la validez de la otra. El día de hoy, además de esto, sigue que solo la visión de la ciencia puede ser la auténtica, con lo que la visión religiosa debe ir de a poco desapareciendo. Desde este criterio, el progreso de la ciencia supone siempre y en todo momento un retroceso de la religión. Para respaldar esta situación se hace de forma frecuente una interpretación sesgada de la historia y se llevan siempre y en todo momento exactamente los mismos casos de Galileo y Darwin.

Categorías diferentes

Primeramente, cabe decir que nos encontramos frente 2 enormes fuerzas que tienen una gran predominación en el hombre: la fuerza de nuestras intuiciones religiosas y la fuerza de nuestro impulso por las visualizaciones exactas y las deducciones lógicas. Cierto que la ciencia como la religión son elementos fundamentales de la civilización y su relación fué fundamento de enfrentamiento muy complejo y continuo. No obstante, tenemos la posibilidad de asegurar que estas realidades no son opuestas o contrarias en sí, sino es el hombre quien las ubica en oposición o colaboración, o las hace dependientes o independientes.

Mencionamos que no probablemente halla choque o contradicción entre la fe y la ciencia por el hecho de que sus tratados forman parte a diferentes escenarios o categorías. Coloco una comparación: es como decir que entre la poesía y la química no probablemente halla choque o contradicción, pues sus materias forman parte a categorías absolutamente diferentes, y los elementos que se mueven en distintas categorías jamás de los nunca tienen la posibilidad de chocar. Otro ejemplo es el tema tan discutido de la creación, en el que muchos aseguran que la ciencia “desmiente” a la Biblia. Nuevamente, en un caso así no existe tal contradicción, puesto que la ciencia nos responde a el interrogante de de qué manera se efectuó la creación, al tiempo que la fe nos responde a el interrogante de quien efectuó la creación. Si los temas forman parte a categorías diferentes de conocimiento, entonces no se tienen la posibilidad de contrariar.

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