En la actualidad, en el momento en que charlamos de relaciones de pareja, son distintos los temas que se tienen la posibilidad de tocar.
Por el hecho de que cada vez los humanos somos mucho más distintos, y mucho más opciones que nos gustan y de determinado modo edifican nuestra personalidad, con lo que muchos son los causantes que tienen la posibilidad de influir en una relación de pareja, y la religión en uno.
Las mariposas que sientes en el estómago en el momento en que te enamoras ignoran que tu futura pareja no posee exactamente las mismas opiniones religiosas que profesas. No obstante, en el instante de casarte este punto puede representar un obstáculo o inconveniente por solucionar, el que deberán enfrentar con mucha madurez.
A lo largo de todo el cortejo supiste que tu pareja no profesa tus religión, no obstante, jamás se atrevieron a tratar este aspecto. Pero llegó el instante de juntar sus vidas y el tema es como una brasa en sus manos. Para abordarlo los especialistas aconsejan que prime la prudencia y la tolerancia, en tanto que es una labor muy dificultosa.
Los consejeros maritales apuntan que no es bastante romántico charlar de este punto, pero es preferible llevarlo a cabo, puesto que como afirma el dicho “en guerra sobre aviso no hay muertes”. Y sucede que según Edgar García, experto en terapia de matrimonios, las parejas tienen que admitir que su compatibilidad con el otro no es total. «Pese a esto a fin de que tenga éxito es escencial comprender las debilidades y fortalezas desde el comienzo», enseña.
Una planificación
Para Ramos, “la comunicación es la clave del éxito”, en tanto que, en su defecto, todo podría fallar. “Es esencial que desde el principio se hable de lo que van a formar parte, de qué manera les agradaría casarse, si planean tener hijos, ponerse en concordancia y llevar a cabo ese plan que tienen en común. El diálogo ha de ser incesante por el hecho de que más adelante podría mudarse de opinión”, recomienda.
Hay que estar según con qué prácticas religiosas desean para sus hijos, por servirnos de un ejemplo, bautizo, comunión, etcétera. Esto habría de ser un tema de charla para eludir contradicciones en relación a la crianza.
El matrimonio con disparidad de culto
El nivel de contrariedad es considerablemente mayor en los matrimonios con disparidad de culto (católico y no católico), en tanto que hay distintas mentalidades religiosas, y de a veces, distintas concepciones de lo que es nuestro matrimonio; asimismo es un enorme reto y fuente de enormes tensiones llegar a un convenio sobre la forma de educar a los hijos y la fe que se les debe trasmitir. Estas tensiones no solo tienen la posibilidad de perjudicar a la vida de los esposos, sino tienen la posibilidad de llevar a toda la familia hacia la indiferencia religiosa.
Asimismo para este género de matrimonios es requisito un permiso del obispo local.
Si no compartes exactamente la misma fe:
Piensa que lo más esencial en tu vida es Dios, pero no para tu pareja. No obstante, es buen hombre y respeta tus opiniones. Así, decides casarte con él… ¿Verdaderamente piensas que estas diferencias de fe no van a suponer un grave problema en algún instante de la vida? Para ti la prioridad es realizar lo acertado frente Dios. Pero por él, por más que te respete, esto no es prioritario. Si sientes que Dios te solicita algo, ¿cuál va a ser la prioridad del matrimonio? Tus opiniones no, ya que son solo tuyas, no de los dos. Alguien deberá ceder, y quizás lo que debas ceder sea algo fundamental para ti.
Lo mucho más posible es que las diferencias de religión y opiniones van a llegar a sospechar un inconveniente en la pareja, aun llevándote a proponer una separación.