El Papa Francisco en la Exhortación Apostólica Postsinodal “Amoris Laetitia”, apunta: “En la familia –que podría nombrarse iglesia doméstica– madura la primera experiencia eclesial de la comunión entre personas, donde se refleja, por felicidad, el secreto de la Santa Trinidad. ‘Aquí se aprende la paciencia y el gozo del trabajo, el cariño fraterno, el perdón desprendido, aun reiterado, y más que nada el culto divino a través de la oración y la ofrenda de nuestra vida’”. Educar y educar en la fe cristiana no es labor simple. Primeramente, por el hecho de que en la actualidad la Iglesia atraviesa por distintas adversidades, donde familias y fieles fueron abandonando los ritos religiosos. Además de esto, instruir en la fe a pequeños que están en etapa anterior a la escuela supone el desafío de poder amoldar lo que se dijo en términos y lenguaje que los pequeños entiendan. No obstante, ¿por qué razón es esencial educar en la fe desde los primeros años? Los pequeños preescolares van integrando lo que ven a su alrededor, tanto lo verbal como lo no verbal, con lo que una auténtica relación con Dios en edades tempranas distribución las bases sólidas para medrar y también integrar los principios de amor, verdad y humildad en el corazón de los pequeños; y en la medida en que los progenitores transmitan el cariño y la fe en Dios, ellos asimismo van a poder confiar y empaparse de la fe cristiana.
¿De qué manera trasmitir la fe en Dios a pequeños en edad anterior a la escuela?
Los padrinos hoy día
La gente que prosiguen la fe cristiana van a tener clarísimo el papel del padrino y la madrina y seguramente saben la relevancia que tiene para la vida de los pequeños, como he comentado mucho más arriba. ¿Pero qué sucede con todas y cada una esas personas que no prosiguen esta religión? ¿No están los padrinos en sus vidas? Quizás no reciben ese nombre pero sí cumplan esta función tan esencial.
Estas personas que velan por la seguridad de los pequeños, que estén siempre y en todo momento bien a nivel físico y sensible tienen la posibilidad de ser a la perfección los padrinos o las madrinas de los pequeños, si bien no se haya festejado una liturgia o no haya firmado un papel. Frecuentemente, estos permisos los toman sin solamente saber sus abuelos o tíos.
Escuela en Casa a lo largo de Covid-19
Por Verónica López Salgado
Charlar de la familia como iglesia doméstica significa proclamar que la vivienda es “la primera escuela de vida cristiana ” . Y si bien invariablemente me maravillaba esta expresión -iglesia doméstica- y sé que, como progenitores de familia somos los primordiales docentes de nuestro hijo, jamás imaginé que verdaderamente sería la profesora de mi hijo no solo a la fe, pero asimismo a la escuela secundaria!
Muéstralo películas y libros que charlen de Dios
Hay multitud de películas que charlan de Dios. Ciertas están enfocadas particularmente para el público infantil. Infórmate sobre ellas, exactamente la misma sobre los libros de exactamente la misma temática.
Tras cada visionado o capítulo leído puede comentar qué le ha semejado y comunicar un instante de diálogo y acercamiento mutuo. Comunicar contenido educativo con nuestros hijos hace más fuerte nuestro vínculo afectivo y contribuye seguridad.
Antecede la de la iglesia
En la vivienda se arroja el fundamento de la prosperidad que va a tener la iglesia. Las influencias que rijan la vida familiar se alargan a la vida de la iglesia. Por consiguiente, los deberes referentes a la iglesia tienen que iniciar en el hogar.
Teniendo buena religión en la vivienda, vamos a tener increíble religión en las asambleas. Defendemos el fuerte del hogar. Consagraremos a nuestra familia a Dios, y después charlamos y actuamos en el hogar como cristianos. Seamos benevolentes, tolerantes y pacientes en el hogar, a sabiendas de que enseñamos. Cada madre es una profesora y debe estudiar en la escuela de Cristo, para comprender instruir a sus hijos y modelar apropiadamente su carácter.