En el Cantar de los Nibelungos, poema épico germánico del siglo XIII, la heroína Krimhield escoge exterminar a su familia y su pueblo para vengar la desaparición de su marido, Siegfried, un deber implacable para ella por la lealtad hacia el marido y por estimar más esencial el link católico del matrimonio que el link pagano de la sangre. La decisión entre familia y sangre y amor, honor o algún otro elemento fué un tema central de la literatura y el arte desde hace tiempo. Por el momento no nos encontramos en temporadas de vasalajes y traiciones, conque en este planeta globalizado y también hiperconectado con poco a poco más individuos con vínculos multiculturales y distintas identidades se tiene la posibilidad de tener el corazón dividido sin psicodrama alguno, como una celebración. Y se puede animar a 2 elijas diferentes con una sonrisa en la cara y una ilusión desbordante.
Diálogo ecuménico
En el mes de noviembre de 2002, el papa Juan Pablo II envió emisarios a Washington para avisar a George W. Bush de que la invasión de Irak provocaría el extremismo y la crueldad y la persecución de los cristianos. De nada sirvió. El papa Francisco ha amado contribuir a cicatrizar estas lesiones. En 2019, en Abu Dhabi, en la primera visita de un pontífice de roma en la península Arábica, firmó con Ahmad al Tayeb, enorme imán de la mezquita cairota de Al Azhar, un archivo sobre la “fraternidad humana”.
En Irak, Francisco encontró en el ayatolá Ali al Sistani, la figura mucho más reconocida del islam chiíta, el más destacable interlocutor viable. La escuela chií de Nayaf se enfrenta en el poder político de los clercs. En 2005, Sistani, que protege que los cristianos son ciudadanos con plenos derechos constitucionales, recordó a sus leales que votar era un deber espiritual. Su fetua del 2014 frente Daesh fue indispensable para su derrota. El año pasado, el gobierno de Bagdad declaró la Navidad día de celebración nacional.
Domingo sanguinolento
El 30 de enero de 1972 se causó un combate entre soldados británicos y civiles irlandeses, mientras que conjuntos católicos unidos a la Asociación de Derechos civiles de Irlanda del Norte, organiza favor de los derechos de las mujeres y contra el encarcelamiento sin juicio a sospechosos de formar parte al IRA, por el que estaban detenidas cientos y cientos de personas. A la queja asistieron unas 15.000 personas. La marcha se inició pacíficamente, si bien las autoridades británicas habían contraindicado las manifestaciones públicas, pero después comenzaron los altercados.
El acontecimiento dejó 14 muertes civiles asesinadas por el ejército británico y pertence a los mucho más tristes que tuvieron rincón a lo largo del enfrentamiento de Irlanda del Norte, incrementando de esta manera la hostilidad de católicos y nacionalistas irlandeses en el ejército y el gobierno británico, al unísono que aumentaron las tensiones a lo largo del enfrentamiento de Irlanda del Norte. Como producto de este inconveniente, el IRA consiguió mayor acompañamiento, en especial a través de el incremento del número de reclutas en las áreas locales.