Como jamás antes en su crónica, la Iglesia Católica padece una estampida de su feligresía en diferentes puntos del mundo. Hasta finales del pasado siglo, entre católicos y protestantes, sumaban cerca de 2 mil millones de cristianos, haciéndolo la religión demográficamente mayor de todo el mundo. Pero esta situación hegemónica se desmoronó desde comienzo del presente siglo, pues las y los seguidores de Alá (vencidos militarmente por reyes católicos en el siglo XV) ahora suman mucho más de 2 mil millones de musulmanes en el planeta, y el cristianismo, en este momento, no consigue los 2 mil millones de seguidores.
En América Latina, el catolicismo folclórico cae como barniz avejentado, no solo por ensanchar las irrefrenables filas del neopentecostalismo evangélico, sino más bien asimismo para rememorar las milenarias eco espiritualidades indígenas o espiritualidades de la Tierra.
China tiene un poder considerablemente más destacable que el de la Unión Soviética en su tiempo
Otra de las considerables diferencias clave entre la Guerra Fría y China de el día de hoy es que mientras que el comunismo soviético era bastante menos ordenado y su economía verdaderamente flaqueaba en múltiples puntos, el día de hoy China es un sistema de profunda especialidad y el país tiene un destacable avance económico. En verdad, China está continuando en el desarrollo de construcción de una sociedad mucho más hermética y de control férreo. El día de hoy la tecnología de supervisión sirve a los propósitos de la dictadura china, con cámaras de reconocimiento facial que están en un sinnúmero de espacios públicos, al unísono que en las filas del Partido Comunista solo tienen la posibilidad de subir esos que adscriben de manera leal y rigurosa al programa ideológico de Xi Jinping.
China es además de esto un actor en todo el mundo con un extenso poder. Su idea de la Novedosa Ruta de la Seda, un emprendimiento de infraestructura que busca hacer llegar el país con el resto de todo el mundo, ha puesto a China como primordial prestamista para múltiples proyectos de ingeniería tanto en Asia como en la África. Además, China ha buscado exportar su modelo de gobierno autoritario, aliándose con países hostiles a las ideas democráticas. El día de hoy China es el primordial aliado de Corea del Norte, ha apoyado al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, Daniel Ortega en Nicaragua, Vladimir Putin en Rusia y se ha negado a condenar abiertamente la Guerra de Rusia en Ucrania.