origen del universo segun la religion cristianismo islam judaismo

En su obra La enorme coalición: Dios, ciencia y la búsqueda de sentido (traducido al español y anunciado por editorial Nagrela en 2013) el rabino, pensador y estudioso del judaísmo Jonathan Sacks expone , alén de un fácil inconveniente de compatibilidad formal entre ciencia y religión, una tensión creativa entre ámbas que nos hace mantenerse sanamente asentados en la verdad física del cosmos pero sin perder la sensibilidad espiritual. Ahora en la introducción del libro, Sacks considera la relevancia popular y cultural que tiene la dimensión espiritual de la verdad. Si intentamos a la multitud, afirma Sacks, tal y como si fuesen cosas, el resultado es la deshumanización, por el hecho de que en el momento en que intentamos a la multitud como cosas, la categorizamos por su color, por su clase popular o por su credo y consecuentemente la intentamos de una manera diferente según las situaciones. Las cosas son cosas y la gente son personas. Ser siendo consciente de la diferencia entre las cosas y la gente es frecuentemente mucho más bien difícil de lo que semeja. Monoteísmo Si bien no cabe duda de que el libro “La enorme coalición: Dios, ciencia y la búsqueda de sentido” está escrito por un judío, el libro no se limita solo a una visión de forma exclusiva judía de la religión. Alén de la religión del judaísmo el libro tiene que ver con todo del sustrato monoteísta de las tres religiones abrahámicas (Judaísmo, Cristianismo y también Islam). Sacks regresa su mirada hacia la visón monoteísta de la religión que inició el patriarca Abraham y que en la imagen del Dios único y trascendente en el cosmos halla la condición de oportunidad que deja que consideremos a cada sujeto personal como único y sacrosanto . Sacks busca la integración entre el sentido del cosmos que halla en la fe abrahámica y el saber científico. Lejos de ser sin importancia para la ciencia, la religión abrahámica juega un papel fundamental en la precisa búsqueda del sentido del trabajo científico. Su obra está dividida en tres partes. Tres partes En la sección primera del libro, Sacks efectúa un análisis de la división que se ha producido en la civilización occidental entre ciencia y religión. Para Sacks el combate a la civilización de hoy entre ciencia y religión está fundamentado en un falso dualismo cuyas raíces busca en exactamente el mismo origen de la civilización occidental. Sacks detalla las raíces culturales del occidente como producto de una fusión de diferentes elementos que vienen de las etnias helenista y hebrea. Alén de su carácter académico, el libro tiene un valor personal añadido al describirnos la necesidad personal de Sacks de contestar a las cuestiones por el sentido de su vida. ¿Quién soy yo? ¿Por qué razón estoy aquí? ¿Cuál es el concepto de mi vida? Sacks halla en la religión abráhamica monoteísta la aptitud de sugerir el sentido espiritual trascendente de una ciencia siempre inmanente en el planeta. En la segunda una parte del libro Sacks enseña por qué razón piensa que es esencial que hoy día establezcamos la coalición entre ciencia y religión y enseña asimismo lo que perdemos si esa coalición se rompe. Para Sacks la dignidad humana está entre los valores centrales que anudan la ciencia a la religión monoteísta por la que todos somos conformados a imagen de Dios. Siendo imagen de Dios halla a Sacks una dignidad humana que nos hace superiores a cualquier otra cuenta. Frente a los nuevos ateos de corte científico –para los que la experiencia de la conciencia y la independencia no posee otro sentido que el que le puede dar cierto género de ciencia–, Sacks se muestra como fiel espiritual. Para Sacks exactamente la misma situación de su yo queda perjudicada por su creencia en un Dios que es mucho más interior a él que su interioridad. En la tercera parte Sacks se deja interrogar por los desafíos que previenen la enorme coalición entre la ciencia y la religión: alguna visión neo-Darwiniana que semeja enseñar que la vida apareció de forma ciega sin un sentido, el inconveniente del mal y más que nada el mal provocado frecuentemente por exactamente la misma religión. Sección primera: Una falsa división Hay una pregunta que atraviesa toda la sección primera del libro. ¿Por qué razón en la civilización occidental ciertos significados pensadores manifiestan la opinión, más que nada desde el siglo XVII, de que la religión y la ciencia son incompatibles? Sacks halla la raíz de la problemática relacionada con esta pregunta en la primera teología cristiana y particularmente en la teología paulina. La primera teología cristiana creó un híbrido de 2 etnias radicalmente diferentes, la civilización de la vieja Grecia y la civilización del viejo Israel. El resultado fue la confusión entre el Dios de Aristóteles y el Dios de Abraham. Las dos etnias La llamada cultura occidental debe su origen y avance a la presencia y la predominación, desde su origen, de 2 etnias distintas, el Helenismo y el Hebraísmo. Jesús fue Judio, vivió con judíos en Israel más que nada en el área de Galilea. Leyó la Biblia y es prácticamente cierto que rezó en Hebreo. Jesús charló arameo y hebreo, pero todos y cada uno de los libros del Nuevo Testamento están escritos en heleno. Aun la Biblia Hebrea fue famosa a lo largo de varios siglos solo en heleno por los cristianos en la manera de los Septuaginta, la traducción al heleno Koiné llevada a cabo en Egipto Tolomeico en el siglo III antes de Cristo. Por otra parte, el Nuevo Testamento es un archivo heleno, no Hebreo o Arameo. La civilización occidental nació, ya que, de la síntesis entre Atenas y Jerusalén que se hizo a través primero de la cristiandad paulina y después por medio de la conversión del emperador Constantino en el año 312 que convirtió una secta pequeña perseguida en la religión oficial del Imperio De roma. La enorme coalición La enorme coalición que ofrece Sacks se genera por la unión entre 2 cuentos culturales que están en el origen de la civilización occidental. Por una parte, está el relato del sentido humano que está relacionado a la experiencia de Dios y de la religión, y por otro está el relato de la filosofía. Estos 2 cuentos se juntaron en una enorme síntesis en Pablo, en los Progenitores de la Iglesia y en los escolásticos hasta el siglo XVII. Para Sacks, la unión en medio de estos 2 cuentos se ha deteriorado, cuando menos en parte, desde el siglo XVII con la aparición de la ciencia y la civilización modernas. Sacks abraza los dos lados de la dicotomía entre ciencia y religión, que se prolonga a una dicotomía entre filosofía y profecía, entre Atenas y Jerusalén, entre el cerebro izquierdo y el derecho. Requerimos ciencia y religión. Sacks arguye que la religión y la ciencia son para la vida humana lo que el hemisferio izquierdo y derecho son para el cerebro. Efectúan funcionalidades distintas pero si se estropea una o se estropean las conexiones entre ellas y el resultado es una disfunción.

Ejemplos de religiones

Frailes budistas.

  1. Budismo. Originario de la India, esta religión no teísta asigna de manera frecuente sus enseñanzas a Buda Gautama (Sidarta Gautama o Sakiamuni), un sabio cuya doctrina aspiraba a un equilibrio entre el ascetismo y la privación, y la distribución a lo sensual.

    religión

    La religión se extendió por una gran parte de Asia, con lo que el día de hoy es la cuarta religión de todo el mundo, con 500 millones de seguidores en 2 tendencias diferentes: Theravada y Mahayana. Tiene un sinnúmero de academias y también interpretaciones, tal como prácticas rituales y caminos de iluminación, ya que no posee un Dios dictaminante sentencia a los leales.

  2. Catolicismo. Primordial secta del cristianismo en Occidente, estructurada aproximadamente cerca de la Iglesia Católica de sede en el Vaticano y representada por el Papa. Tiene en común con todos y cada uno de los cristianos la fe en Jesucristo como el mesías y el hijo de Dios, y aguardan su segunda venida, que va a significar el juicio final y la conducción de sus leales a la salvación eterna. Su artículo sagrado es La Biblia (tanto nueve como viejo testamentos). Un sexto de la población mundial es católica y lo son asimismo mucho más de media parta de los cristianos de todo el mundo (mucho más de mil doscientos millones de leales).
  3. Anglicanismo. Anglicanismo es el nombre de las doctrinas cristianas en Inglaterra, Gales y también Irlanda tras la reforma sufrida por el catolicismo en el siglo XVI (popular como la Reforma Protestante). Las iglesias anglicanas depositan su fe en la Biblia, pero rechazan el devenir de la iglesia de Roma, con lo que se reúnen en torno al Arzobispo de Canterbury. Se las conoce en su integridad como la Comunión anglicana, un frente de 98 millones de leales en el mundo entero.
  4. Luteranismo. Popular como el movimiento protestante, es una secta que se adhiere a las enseñanzas de Martín Lutero (1438-1546) sobre la doctrina cristiana, conocidas como la Reforma Protestante, de la que fueron la primera agrupación en aparecer. Si bien no existe verdaderamente una iglesia luterana, sino más bien un grupo de iglesias evangélicas, se calcula que el número de seguidores llegue a los 74 millones de leales y, como el anglicanismo, admite la fe de Jesucristo pero repudia al papado y la necesidad de un sacerdocio, ya que todos y cada uno de los leales tienen la posibilidad de accionar como semejantes.
  5. Islam. Entre las tres enormes vertientes religiosas monoteístas, adjuntado con el cristianismo y el judaísmo, cuyo artículo sagrado es el Corán y Mahoma su profeta. Más allá de que reconoce como sagrados otros contenidos escritos como la Torá y los Evangelios, el Islam se funciona por las enseñanzas (la Sunna) de su profeta, según 2 corrientes de interpretación llamadas Chiita y Sunní. Se calcula que en el planeta haya en torno a 1200 millones de musulmanes de corrientes aproximadamente radicales en su apego a los principios religiosos, lo que la hace la segunda religión con mucho más leales de todo el mundo.
  6. Judaísmo. Lleva por nombre de esta forma a la religión del pueblo judío, la mucho más vieja de las tres enormes monoteístas, pese a ser la que menor número de leales profesa (unos 14 millones). Su artículo base es la Torá, más allá de que no hay un cuerpo terminado de las leyes de esta religión, pero forma una parte del llamado Viejo Testamento de los cristianos. No obstante, la religión judía agrupa a sus leales como una creencia, una tradición cultural y una nación, distinguiéndoles intensamente del resto.
  7. Hinduismo. Esta religión forma parte primordialmente a la India y Nepal, y es la tercera religión con mucho más leales de todo el mundo: unos mil millones de seguidores. Se habla de todos modos de un grupo de dogmas diferentes, organizados bajo un mismo nombre, sin un principal creador único ni ningún género de organización central, sino más bien una tradición pluricultural llamada dharma. Hete aquí la razón de que el hinduismo, como el judaísmo, represente no solo una creencia sino más bien una pertenencia cultural completa, donde tienen cabida el panteísmo, el politeísmo e inclusive el agnosticismo, en tanto que no posee una doctrina única.
  8. Taoísmo. Mucho más que una pura religión, hablamos de un sistema filosófico que persigue las enseñanzas del pensador chino Lao Tsé, recogidos en el libro Tao Te King. Se apunta una concepción de todo el mundo regido por tres fuerzas: el yin (fuerza pasiva), el yang (fuerza activa) y el tao (fuerza superior reconciliadora que las tiene dentro), y que el hombre debe aspirar a armonizar al su interior. En este sentido, el Taoísmo no profesa un código o dogma al que los leales deban aferrarse, sino más bien una secuencia de principios filosóficos concejales.
  9. Sintoísmo. Esta religión politeísta es nativa de El país nipón y su objeto de adoración son los kami o espíritus de la naturaleza. Entre sus prácticas está el animismo, la veneración a los ancestros, y tiene pocos contenidos escritos sagrados de origen local, como el Shoku Nihongi o el Kojiki, y este último es mucho más bien un artículo de carácter histórico. Tampoco tiene deidades predominantes ni únicas, ni métodos de adoración establecidos, y fue la religión del estado hasta 1945.
  10. Santeria (Regla de Oshá-Ifá). Esta religión es producto del sincretismo entre el catolicismo europeo y la religión yoruba de origen africano, y se dio en el contexto de la colonización de america donde las dos etnias se contaminaron recíprocamente. Es una religión habitual en América Latina, Islas Canarias y con presencia en Europa y Norteamérica, pese a estar enlazada con las tradiciones de los pueblos nigerianos desperdigadas como esclavos por la mano conquistadora europea. Fué desacreditada por las concepciones eurocéntricas, que vieron en su politeísmo y prácticas rituales, que con frecuencia tienen dentro bailes, alcohol y sacrificios animales, una encara para los preceptos cristianos hegemónicos.

El temor a no opinar en Dios

El cristianismo fue la primera religión en concebir a Dios como una suerte de guardián que está por fuera de todo el mundo, al que mira desde las alturas y con las que entabla comunicación directa en algunas oportunidades. Desde Beato Tomás de Aquino (1225-1274), el cristianismo admite que la presencia de Dios no puede comprobarse a través de el procedimiento científico, sino es labor de la metafísica.

La ciencia que se ocupa del estudio de las entidades divinas es la teología. Hay múltiples corrientes filosóficas que discuten sobre la presencia de un dios, como el deísmo (admite la presencia de un ser supremo, pero no la información en teoría revelada mediante escrituras o algunas personas, como la Biblia o el ‘Corán), el agnosticismo (ignora la presencia de un dios) o el ateísmo (niega la presencia de un dios o piensa que no está probada).

Géneros de religiones

Las religiones monoteístas creen en la presencia de un Dios único.

Según con su concepción de lo divino, las religiones se tienen la posibilidad de clasificar en:

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