Las inversiones en los mercados financieros se convirtieron en una herramienta estratégica a fin de que todas y cada una de las mujeres latinas, sin importar un mínimo su color de piel, clase popular o religión, logren lograr el auténtico apoderamiento, y tener independencia financiera desde casa su y/u áreas de trabajo.
En los últimos 35 años, el empoderamiento femenino tomó apogeo y se han designado elementos notables con la meta de achicar la brecha de género que hay en América Latina. No obstante, poco se mencionó de instrumentos específicos que asistan a la mujer a tener independencia y apoderamiento financiero.
La situacion de Colombia, Brasil, México y Perú
En la situacion de Colombia, por poner un ejemplo, hay un riguroso análisis de género y raza, específicamente sobre de qué manera ser mujer puede aclarar las percepciones del resto sobre mujeres de piel obscura. El capítulo de Brasil va alén del color y explora otras especificaciones físicas que tienen la posibilidad de ser utilizadas para efectuar distinciones raciales, al paso que admite que estas distinciones tienen la posibilidad de tener un encontronazo mínimo en lo que se refiere a ocasiones.
El capítulo de México se adentra en el dominio cultural de la noción de mestizaje, mientras que explora el papel que juega el color en las ocasiones de los pueblos indígenas. El análisis por color exhibe que la gente indígenas con piel mucho más clara tienen mucho más ocasiones, si bien son mucho más siendo conscientes de las potenciales restricciones que van a padecer gracias a su origen étnico y ascendencia y son mucho más dispuestas a presenciar discriminación. En Perú, los datos prueban una alta percepción de la discriminación racial y étnica, algo consistente con lo revelado por otros varios estudios.
¿Por qué razón usas el hiyab?
«Por el hecho de que considero que es una protección. Utilizándolo me siento cuidada de las miradas de los hombres que no sean integrantes de mi familia. Utilizar el hiyab significa vestir apropiadamente cubriendo todo nuestro cuerpo, y para mí es verdaderamente cómodo. Las mujeres musulmanas nos cubrimos de pies a cabeza, y resguarda nuestra dignidad por el hecho de que ningún hombre que no sea nuestro familiar puede ver nuestro cuerpo.» – Prastika, Indonesia
«Empleo el hiyab por el hecho de que es una resolución que tomé para contarle al planeta sobre mi fe. En el Islam, a las mujeres se les solicita que se cubran para proteger su modestia. No obstante, queda en la resolución de cada una. En Malasia esta ley no fuerza a ninguna mujer, y por esa razón ves que muchas no se cubren. Yo decido usarlo pues estoy orgullosa de mi religión, y deseo proseguirla así como es.» – Liana Aziz, Malasia