NOTABLES DIFERENCIAS ENTRE CRISTIANOS CATÓLICOS, ORTODOJOS, PROTESTANTES, EVANGÉLICOS, TESTIMONIOS DE JEHOVÁ, MORMONAS, JUEVES, MUSULMANES Y también HINDUISTAS Las procesiones son la enorme manifestación de la pasión y el sentimiento de la pasión de forma anual del cristianismo recordando la Pasión, muerte y resurrección de Jesús de Nazareth. Es un periodo de enorme actividad ritual en las distintas confesiones cristianas. A lo largo de estas datas se festejan manifestaciones populares de furor espiritual en el mundo entero, entre aquéllas que resaltan las procesiones católicas y las representaciones de la Pasión de Cristo. ¿Pero de qué forma se vive la Semana Santa fuera del Catolicismo? La Semana Santa forma un enorme hecho no solo espiritual, sino más bien asimismo un fenómeno cultural y sociológico. Es un período temporal y una sucesión de acontecimientos que agrupan y se nutren de conmuevas basadas en la fe y escenificadas con misas, procesiones tumultarias y otros actos religiosos y sociales dependiendo de la confesión que se profese. En el Catolicismo, es el instante de las fraternidades, cofradías, pasos, imágenes, símbolos, elementos, rituales, liturgias, ruegos y frases, necesidades y agradecimientos, fe y sacrificio, redención y adoración, pasión y mal, sentimiento y esperanzas, instantes únicos en el que las flechas rompen los silencios y avivan la fe. Y todo huele a cirio, a cera de candelas. La imaginería es la enorme personaje principal de las celebraciones católicas de Semana Santa. Son siete días en los que se memora el sacrificio de Jesús y la resurrección con los fieles de todo el planeta. Cien de procesiones vivientes y una cantidad enorme de personas vestidas para la ocasión, representan por calles y plazas los últimos instantes de la vida de Jesús, el hijo de Dios. La Semana Mayor para los cristianos por norma general es la temporada donde se recuerda y festeja la pasión, la desaparición y la resurrección de Jesús de Nazareth. Se festeja tras la Cuaresma, el período de 40 días que comprende desde el Miércoles de Ceniza hasta el Jueves Santurrón. En concreto, la celebración empieza el domingo de Ramos y concluye el Sábado Santurrón, si bien en ciertos sitios se adelanta al viernes previo (el de Dolores) y se alarga hasta el Domingo de Resurrección. Observemos de qué forma festejan otras confesiones estos días. Cristianos ortodoxos No coinciden cada año, como este, ya que la Pascua ortodoxa se actúa por el calendario Juliano y la católica por el Gregoriano. En lo que se refiere a lo espiritual, ortodoxos y católicos distribuyen casi todo, pero los ritos sí cambian. Una diferencia es que la Pascua católica se enfoca mucho más en la Pasión y la desaparición de Jesús, mientras que la Pascua ortodoxa entrega mayor relevancia a la Resurrección de Jesús, de ahí que, tras el Domingo de Resurrección, la celebración se extiende en los días siguientes. Pesak, la Pascua judía Su coincidencia con la Semana Santa viene marcada desde exactamente la misma condición de judío de Jesús de Nazareth, que exactamente escogió las datas de la Pascua judía para ingresar en Jerusalén y seguir a que se cumpliese lo que se encontraba escrito en la tarea del Mesías en la tierra. Los judíos como es conocido no reconocen la divinidad de Jesucristo, y por consiguiente no festejan la desaparición y resurrección de Jesús, pero sí preservan los ritos de su Pascua. Pascua es una fecha particular de celebración para el pueblo judío. En estas datas, los judíos recuerdan la liberación de la esclavitud en Egipto y los 40 años caminando por el desierto hacia una tierra donde vivir como nación libre. La historia contada de Pésaj (Pascua) está obtenida en el libro del Éxodo y cuenta de qué forma “los hijos de Israel”, guiados por Moisés escapan de la esclavitud en Egipto y procuran cobijo en el desierto donde subsisten 40 años hasta llegar a Canaán, la tierra prometida. A lo largo de la semana que dura esta enorme celebración no se consume ningún alimento fermentado para rememorar las prisas de sus ancestros por salir de Egipto y que les impidió realizar pan con levadura y fermentarlo. El Matzot (pan ácimo) reemplaza al pan habitual. Asimismo se come el cordero, que representa el sacrificio y el calvario, la pureza y la inocencia. El libro del Éxodo enseña de qué forma Dios instruyó a Moisés para lograr dar a los judíos de la última plaga mandada a los egipcios. Había que almacenar un cordero hasta el día decimocuarto sacrificándolo al atardecer, y debía consumirse entero asado a lo largo de la comida pascual. En todos y cada pesaje, las familias se organizan con una limpieza profunda de su casa y ciertas reemplazan la vajilla de períodico por otra particular. Islamismo El Corán, el libro sagrado del Islam y los musulmanes, contraría y niega la desaparición de Jesús y viene a decir a Sura 4:157-158, según los sabios musulmanes, que Allah salvó a Jesús de manos de sus asesinos antes de su arresto, le subió al cielo vivo y envió a otra persona a su imagen, la imagen de Jesús, para ser detenido, deteriorado y crucificado… Al paso que el planeta católico festeja la Semana Santa, esto es, el trágico calvario, muerte y resurrección de Jesús, el Islam memora el calvario del Imam Husein, el nieto del profeta Mahoma, quien fue sacrificado con varios de sus fieles y familiares en las llanuras de Karbala (Irak) en el año 681 D.C. por el ejército del tirano Omeya Yazid ibn Moawiya. Un horrible acontecimiento que tiñó de negro la historia del Islam y por el que lloran los musulmanes de todo el mundo todos los años a lo largo del mes de Muharram (primer mes del calendario lunar). Protestantes y evangélicos Los protestantes son bastantes en el planeta y con variantes en sus credos y celebraciones. Si bien no admiten la imaginería es inconcebible una procesión entre las diferentes ramas evangélicas del cristianismo. Exactamente por esta ramificación no tienen una liturgia unificada, con lo que es difícil enseñar un grupo de ocupaciones y celebraciones de estas datas. Los actos tienen la posibilidad de ser distintas entre las diferentes familias denominacionales y los sitios donde se hallen. Las iglesias protestantes no tienen en los espacios de culto y rituales la veneración de imágenes, ya que desde el tiempo de la Reforma del siglo XVI, las imágenes fueron retiradas de las iglesias, siguiendo el orden veterotestamentario. En la mayor parte de las iglesias protestantes y evangélicas tampoco hay crucifijos con Jesús pero sí la cruz sola, en tanto que creen en Cristo resucitado, por consiguiente no ha de estar en la cruz pues ha resucitado. El ayuno pertenece a la tradición cristiana. En los últimos tiempos, el carácter festivo de estas datas ha contribuido a achicar de manera esencial el número de ayudantes a los actos religiosos, con lo que, más que nada, en ciudades enormes, se concentran las ocupaciones de Jueves y Viernes Beato en solo una iglesia, donde asisten los integrantes de distintas congregaciones. Algo que diferencia a los evangélicos de los católicos es que las iglesias evangélicas no tienen un programa de celebración de la Semana Santa, pero sí está relacionada a la evangelización ahora la reflexión interna y personal. Para la iglesia cristiana evangélica, la Semana Santa es el tiempo en el que se recuerda la desaparición de Cristo. Para esto, se unen todos en una día de oración y adoración que empieza el Jueves Santurrón a las 9:00 de la noche y se prolonga a lo largo de 24 h. A esta cita religiosa asisten asimismo conjuntos artísticos y musicales, por el hecho de que los cristianos piensan que Dios habita entre la alabanza. Esta noche de víspera, en candela, ayuno y adorante a Dios es parte primordial para ellos y su fe. A lo largo de estas 24 h, toda esta red social cristiana reunida en este momento por la gente enfermas y por las pretensiones de cada habitante de la Tierra. Es un instante en el que todo el planeta debe conmemorar la desaparición del Jesucristo por medio de la reflexión individual. Los pastores evangélicos afirman que ellos no festejan ni la Cuaresma ni la Semana Santa, ya que es algo clásico desarrollado por las religiones. Ellos dicen opinar en un Cristo vivo resucitado y es lo que promulgan. Sí sostienen el ayuno y la oración en las vísperas, así como lo manda la Biblia. Varios pastores evangélicos critican las celebraciones habituales y tan pasionales de la Semana Santa, en tanto que estiman que es requisito “buscar a Dios a lo largo de todo el año, no solo estos días”, y se quejan de que la multitud se dedica mucho más a proceder a la playa que a rezar. La cruz sin el cuerpo de Cristo es el símbolo de los cristianos no católicos. Testimonios de Jehová Según la tradición, esta confesión piensa que la única acción que Jesús logró festejar a lo largo de estos días fue la última cena. De ahí que, los seguidores de la confesión Testimonios de Jehová se reúnen en entre los varios y rebosantes salones del Reino para rememorar este acercamiento cerca de la mesa. Instante que aprovechan para pensar sobre la cena y el concepto de la desaparición y resurrección de Jesús, pero como rey, no como Dios todopoderoso. Resaltar que a esa cena no tienen la posibilidad de ir todos, va a depender de los méritos de cada individuo. Hinduismo Si en algo coinciden la Semana Santa del catolicismo con el hinduismo es en el instante de la Resurrección, puesto que los seguidores del hinduismo creen firmemente en la reencarnación y que la vida es como la energía: jamás se destroza , sino cambia de modo. Para ellos no está la desaparición, no acaba aquí todo. El hinduismo, sin credo ni principal creador, sin sistema ética escrito ni fecha de nacimiento específica, es, mucho más que una religión, un sistema de vida indio ya hace ahora varios milenios. Mormones Los mormones sí festejan la Semana Santa. Comienzan el Lunes Santurrón, en el momento en que todos se dan cita en la llamada “noche del hogar”. A lo largo de este acercamiento recuerdan y leen pasajes de la Biblia protestante y de sus libros sagrados. Están en familia, lo hacen todo y recuerdan de qué forma Jesús, que piensan un hombre, se realizó Dios por sus fuerzas y por su accionar. De este modo lo creen los mormones, que desean continuar el ejemplo de su guía y transformarse en dioses para regentar al gobierno de ciertos sistemas solares del cosmos. Cada religión, cada confesión vive, por consiguiente, estos días a su forma, según su credo y opiniones, según su tradición, para unos mucho más y otros menos, son días de pasión, fe, introspección, comunicar, rememorar y pensar a su modo y con su intención.
ICAR
Este libro hace aparición como la versión castellana oficial de la segunda edición del Enchiridion Indulgentiarum que vio la luz, con su editio habitual altera, en 1986.
) Este Enchiridion es primeramente una “confessio fidei”. Confesión de fe en la Redención obrada por Cristo, que nos hace capaces de obrar meritoriamente y formar parte de esta manera, activamente, pese a nuestra debilidad y sin detrimento alguno de la gratuidad del Don de Dios, en la obra de la salvación universal. Si algo se sabe en estas páginas es que la “indulgencia” no es una opción alternativa a las proyectos impulsadas por la Caridad teologal, sino más bien un acicate o una confirmación de exactamente las mismas, un impulso para accionar libre y de forma voluntaria según el Espíritu Santurrón.