las religiones exige que todo salga asi falsos dioses

Todos entendemos que según sea quien escriba la Historia, los conceptos de amabilidad y maldad, sabiduría y estulticia, terrorismo y pelea por la independencia consiguen tintes diferentes a los que constituyen nuestra especial ética diaria. Tal y como si nosotros no fuésemos capaces de entender lo que charlan los enormes de la tierra o tal y como si hubiese un orden superior que se rigiera por leyes morales diferentes a las nuestras. Y de esta manera que entendemos que la Historia la escriben los campeones, no nos extraña que quienes tienen el poder adjudiquen a los movimientos que se les oponen títulos que están según la versión que desean que el planeta tenga de los suyos ordenes y de sus guerras, aun antes que los sabios se pongan a redactar la Historia. El lenguaje jamás es inocente, y visto la utilización que los poderosos hicieron deberíamos desconfiar de entrada de las definiciones con las que quieren argumentar y justificar los enfrentamientos que el día de hoy nos abruman que siempre y en todo momento son sus enfrentamientos una los nuestros.

Vimos determinar el malestar de los pueblos adjudicándoles objetivos que no en todos los casos se corresponden con los hechos. Cada uno de ellos, una vez en el poder y dueño de los ejércitos y de los sitios de los hombres, desea ser además de esto el dueño absoluto de las conciencias y se entrega el título de “luchador por la independencia”, si bien esté aniquilando y demoliendo a los quienes se le oponen o previenen lograr sus propósitos.

ASÍ SE HACE UN “MILAGO”

Domingo 22 de noviembre, por la mañana. Dentro del templo en Nataniel Cox, el obispo Francisco Couto enseña a los leales que el día previo el principal creador de la IURD, el obispo Macedo, desde Brasil, le notificó de una mujer que era golpeada “hasta sangrar” y conminada de muerte por el marido. De ahí que –ha dicho– ella vendió sus muebles y también logró una ofrenda a la IURD. A cambio –continuó su relato el obispo Couto– Dios le concedió que su marido se arrepintiera de golpearla. Y el obispo festejó que esta señora recuperara el cariño del hombre que la golpeaba y conminaba de muerte. Hasta allí llegó ese domingo el relato de Couto. Por el hecho de que el testimonio terminado de lo ocurrido a esta mujer en Brasil, se encontraba guardado para el domingo 29.

Pues el domingo 22 de noviembre no hubo vídeos, sino más bien un episodio que semeja sacado de un reality caribeño . En el momento en que el obispo Couto terminó de relatar lo que le había confiado Edir Macedo el día previo, le solicitó subir al ámbito a una mujer de menos de 30 años, que llevaba a un bebé en brazos, acompañada de un hombre de afín edad : su marido. Y les solicitó que compartiesen con todos y cada uno de los leales su “sacrificio”.

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