Bernardino Ases, encargado episcopal de Enseñanza de Zaragoza, nos enseña la relevancia de que los pequeños cursen Religión para estudiar la tradición religiosa y ser mejores personas.
Nos encontramos cerca del cierre y del comienzo del nuevo curso 2022-2023. De ahí que, la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura ha publicado una campaña con la que la Charla Episcopal De españa (CEE) anima a las familias a inscribir a sus hijos en clase de Religión Católica para el próximo curso. Con el lema «Amplía tus puntos de vista», la CEE invita a las familias a escoger la asignatura de Religión a fin de que sus hijos logren conocer una mejor versión de la vida, construyendo la autonomía y el espíritu crítico desde la visión cristiana de la persona.
Charlar de Jesucristo
No me van a oír decir que la Religión es útil para comprender el planeta moderno. No, lo que precisan los jóvenes es que les charlen de Dios, de Cristo, no de la predominación que el cristianismo haya tenido en la historia. Primero pues para argumentar esto ahora están los instructores de Historia o Arte, y más que nada pues cada vez es mucho más escasa la predominación del cristianismo y por consiguiente les estaríamos mintiendo. En verdad, mucho más bien habría que decir que el instructor de Religión puede explicarles por qué razón el planeta es incomprensible y también inhumano, y sugerirles que otro planeta es viable.
Y para finalizar, una reflexión para esos que critican la Religión tal y como si fuera algo impropio de la enseñanza pública de un “país laico”. Aun para los de manera directa incrédulos -y esto sirve para los católicos en relación a otras religiones en frente de las que aparecemos como «infieles»-, un sano sentido de integración popular hace entender que es preferible que quien enseña la Religión -la que sea lo realice si desea en su casa o en su templo, pero asimismo en el campo público: por el hecho de que debemos entender los razonamientos e inclusive las pretenciones de todos. Es preferible, al fin y al cabo, charlar públicamente, si deseamos eludir la corrupción, el sectarismo y el fanatismo, que precisan el misterio.
Legislación
De la legislación que existe sobre el tema que nos ocupa, citamos, como botón de exhibe, y por no extendernos bastante, solo la próxima: Arte. 27 de la Constitución De españa de 1978; Arte. 2 de la Ley Orgánica de Independencia Religiosa (5/7/1980) que lleva a cabo esta Constitución; Preámbulo y predisposición segunda de la Ley orgánica de ordenación general del sistema educativo (LOGSE), de 3 de octubre de 1990; Artes. 18 y 26.3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de 1948; Artes. 18.1 y 18.4 del Pacto En todo el mundo de Derechos Civiles y Políticos (Reunión General de la ONU, 16 de diciembre de 1966. Ratificado por España el 13 de abril de 1977. B.O.Y también. 30/4/1977). Legislación que pone en prueba las metas totalitarias del Estado en materia didáctica.
Por último, debe concluirse que la educación religiosa escolar es un área primordial para la capacitación de los pequeños, jóvenes y mayores. Es un factor constitutivo de las dimensiones del humano y, por consiguiente, debe ofrecerse, impartirse y evaluarse. Las causas y finalidades para esto son de tipo antropológico, popular, cultural y humano. No se tienen la posibilidad de desconocer y tomar reacciones facilistas, si se desea contestar a la Constitución, a las leyes, etcétera.
En Secundaria
En el nuevo plan para Secundaria han desaparecido las referencias a otras opiniones religiosas que sí figuraban en el plan vigente hasta la actualidad. De esta forma, el currículo previo incluía en Primero de la ESO un apartado sobre “la moralidad de los actos en el Cristianismo, y su relación con la iniciativa ética del Budismo (sentido de la alegría) y del Islam (valor ética de las proyectos)” , al tiempo que en el nuevo artículo no hay una mención expresa a estas otras opiniones.
En síntesis, los alumnos de Secundaria van a aprender a argumentar “el origen de todo el mundo”, a argumentar los sacramentos, a “apreciar” la dignidad del humano independientemente de sus habilidades físicas, cognitivas, intelectuales y sociales, a clasificar los aspectos de las religiones monoteístas, a contrastar las especificaciones del Dios católico con las religiones politeístas ahora “proteger la predominación de la fe” en el arte, las prácticas y la educación.