Por Juan Esteban Londoño
La teoría de género pertence a los temas mucho más discutidos a lo largo de los últimos meses en el campo espiritual latinoamericano. En países como Chile, Panamá, Perú, Guatemala, El Salvador, ha surgido el tema de la «ideología de género» en los debates sociales y políticos. Tanto de esta forma, que México está liderando una idea para constituir un “frente latinoamericano por el derecho a la vida y la familia”; y en Colombia, el tema la teoría de género se convirtió en método para respaldar o no respaldar los Pactos de paz entre el gobierno y las FARC, e inclusive para impulsar precandidatos en la próxima presidencia bajo la bandera que procura batallar o proteger esta posición.
Ni contrincantes ni contrincantes
Jorge Mario Bergoglio asimismo se ha referido al individualismo como el enemigo de la fraternidad. “Es una insidia que amenaza a todos y cada uno de los puntos de la vida, aun la prerrogativa mucho más alta y también innata del hombre, esto es, la apertura a la trascendencia y la religiosidad. La auténtica religiosidad radica en querer a Dios con todo nuestro corazón y al prójimo como a nosotros.
Por consiguiente, la conducta religiosa ha de ser purificada de manera continua de la tentación recurrente de evaluar a el resto como contrincantes y contrincantes. Todo credo está llamado a sobrepasar la brecha entre amigos y contrincantes, para asumir la visión del Cielo, que comprende a los hombres sin permisos ni discriminaciones”.
En este sentido, expresó su gratitud con este país, que «acepta y garantiza la independencia de culto, oponiéndose al extremismo y al odio». De esta manera, “mientras que se fomenta la independencia primordial de profesar la fe, que es una exigencia intrínseca para la realización del hombre, asimismo se observa a fin de que la religión no sea instrumentalizada y corra el riesgo, al aceptar la crueldad y el terrorismo, de negarse a sí”, ha subrayado.
Postergar la instrucción religiosa es un fallo
Dejar a los pequeños medrar sin entender a Dios es algo muy grave. Los progenitores cometen un fallo horrible en el momento en que desatienden la obra de ofrecer a sus hijos educación religiosa, para meditar que van a salir bien y que, al tener mucho más edad, ansiarán conseguir experiencia religiosa. ¿No podéis ver, progenitores, que si no implantáis las hermosas semillas de la realidad, el cariño y los atributos divinos, Satanás sembrará cizaña en el campo del corazón?
Con mucha continuidad se deja que los pequeños medren sin religión pues sus progenitores suponen que son todavía muy tiernos a fin de que se les impongan deberes cristianos…