Los helenos llamaron opion, diminutivo de oposo (jugo vegetal), al jugo de las adormideras, cuyo poder hipnótico y euforizante ahora conocían hace seis mil años los sumerios, que llamaban a la adormidera ‘planta de l ‘alegría’. Este nombre hace aparición documentado en latín por Plinio como opio, con exactamente el mismo concepto, en el siglo I de nuestra era.
Homero detalla en la Odisea los efectos de esta planta bien conocida en la Grecia tradicional, si bien su empleo, raramente, no se haya extendido al resto de Europa desde los helenos, sino más bien de los árabes. Estos recogían el opio en Egipto, donde era utilizado extensamente en medicina, y le llevaban para venderlo tanto en Oriente como en Occidente.
Karl Marx
«El Capital no me va a pagar ni el tabaco que me fumé escribiéndolo.
«El obrero tiene mucho más necesidad de respeto que de pan»
El “secreto” del nacimiento de Jesús de Nazaret, Hijo de Dios
A Jesús Martinez Gordito, mí teólogo de cabecera, no le emociona (nada) lo de la “Entendimiento paradójica” de H. de Lubac. Le suena a cobijo de la irracionalidad y al radical, a indolencia intelectual. Me afirma, en correo personal: “pienso que lo preciso es asomarse a la verdad –incluyendo la de Jesús de Nazaret– como unidad, por poner un ejemplo, de materia y leyes; de permanencia y relatividad, de autorreferencialidad y excentralidad, de historia y eternidad, etcétera. Es lo que comprendo como «secreto», un término que no es teológico, sino más bien epistemológico, propio del «realismo cognoscitivo» o, lo que es exactamente lo mismo, de acoger el saber como conjunción de materia y también ideas”.
Adopto el planteo de Jesús Martinez Gordito, que me trae, nuevamente, a Henri de Lubac, que yo recojo de manera cuidadosa de bien difícil acento para la razón y pleno sosiego para el espíritu, en el momento en que redacta que “el secreto de la Iglesia, como todo secreto, no puede ser captado con una observación directa y fácil, sino más bien solo por medio de su refracción a nuestras inteligencias”
“La izquierda debe regresar al trabajo de base”
-¿De qué manera ve la situación de Colombia? -La situación de Colombia es realmente difícil. Es la primera oportunidad en la historia que un pueblo ha votado por la guerra, no obstante, incluyendo la intervención y la bendición del Papa Francisco. Si Uribe regresa no va a haber ningún diálogo y la guerra proseguirá, por supervivencia de los conjuntos guerrilleros y no pues ellos deseen continuar, ellos saben que es requisito hallar la paz y transformarse en fuerzas políticas extensas. Habría que investigar dónde estuvieron las fallas. Quizás, Beatos no supo conducir la cosa, aclarando detalladamente en el pueblo de Colombia lo que ocurría en La Habana, entonces la multitud no se encontraba bastante informada cotidianamente de los pasos que se daban. -Frente a la situación trágica que vive Venezuela, ¿no estaríamos accediendo en una época donde la única salida sea la confrontación armada? -En mi evaluación nos encontramos lejísimos de eso. La pelea armada el día de hoy solo atrae a 2 campos: desarrolladores de armas y extrema derecha. Todavía hay muchas vías democráticas de pelea que hay que agotar y sería una tontería realizar una alternativa armada. ¿Quién debe decir primero que va a emplear las armas es la derecha, siempre y en todo momento! La izquierda siempre y en todo momento toma las armas en autodefensa y no para agredir si hay una vía democrática. Es el principio que yo adopto. En Venezuela, Maduro está convocando una exclusiva Reunión Constituyente. Yo quisiera que no sea Madur el primero en llevar a cabo un llamamiento a las armas. Sería una tontería, un fallo, que el gobierno de Venezuela vaya a las armas en el momento en que todavía hay espacios democráticos pese a las adversidades. En este momento es un instante muy especial en el que hay que meditar en permanentes elecciones de movilización habitual y hacer mas fuerte los movimientos sociales. O sea primordial. No obstante, viene una pregunta: ¿va a ser que hubo un trabajo político de capacitación de núcleos populares que le dejara a la multitud tener importancia histórico como hubo en Cuba? El pueblo cubano pasó los peores instantes en el llamado ‘periodo particular’ y resistió por el hecho de que tenía capacitación política y no se sentía alejado del gobierno. Este es el desafío que se pone en Venezuela: si no forma la conciencia política del pueblo, es realmente difícil que este pueblo sostenga y mantenga la Revolución Bolivariana. -¿Cuál es su análisis de la crisis de la izquierda continental? –No es necesario echar toda la culpa al enemigo, sino más bien valorar y realizar una autocrítica de los fallos que hemos cometido. Yo pienso que la izquierda primero debe mirarse en el espéculo la cara de vergüenza y regresar al trabajo de base. Vive llena de consignas, de teorías, de análisis, de libros, y absolutamente nadie desea ir al pobre, al campesino y al obrero y realizar ese trabajo bien difícil, cansador, que está ahí, con una metodología enseñada por Paulo Freire, por aquí es que debemos ir. En la situacion brasileiro, nosotros estuvimos trece años en el gobierno y no hicimos un trabajo de base ni un trabajo de alfabetización política del pueblo. Del revés, hicimos un trabajo de hacer más simple al pueblo el ingreso a los recursos de consumo y creamos mucho más una nación consumista que ciudadanos personajes principales políticos.
Nos encontramos pagando el valor de las semillas equivocadas que hemos plantado. Yo venía advirtiendo esto desde 2004 en el momento en que publiqué “La mosca azul”. Tristemente el PT hasta la actualidad no logró autocrítica, ni se posicionó en frente de sus componentes apresados. Debió decir que ellos son inocentes y salir a defenderlos a toda costa. Y a los corruptos hay que despedirlos pues ‘quien calla, entrega’… ¡y la multitud no es imbécil! *Por Colectivo Frente Unido. Anunciado en Zur.
1. Mt, 26: 51-57; Mc, 14: 46-59; Lc. 22: 49-53 2. “Si uno lee el ensayo terminado, hace aparición precisamente que el criterio de Marx debe mucho más a la posición de izquierda neohegeliana –que veía la religión como la alienación de la esencia humana– que en la filosofía de la Ilustración –que sencillamente la denunciaba como una conspiración clerical. En verdad, en el momento en que Marx escribió dicho pasaje era todavía un acólito de Feuerbach y un neo-hegeliano. Su análisis de la religión era, por consiguiente, “pre-marxista”, sin referencia a las clases y ahistórico. Pero tenía una calidad dialéctica, codiciando el carácter contradictorio de la “angustia” religiosa: al tiempo una legitimación de condiciones que ya están y una queja contra estas”. Löwy, Michael. “Marxismo y religión: ¿opio del pueblo?” (p. 281-282). En: BORÓN, Atili et. Al. (Comps.) (2006). La teoría marxista el día de hoy. Buenos Aires, Argentina: Clacso, partido popular. 281-296. 3. Anunciado inicialmente como aportaciones en la gaceta Die Neue Zeit, Vol. I (1894/1895) págs. 4-13 y 36-43. Su título original era: «Contribución a la historia del cristianismo primitivo». Versión digital: https://www.marxists.org/espanol/m-y también/1894/crist-prim.htm