En esta catequesis los pequeños entendieron que Jesús como todos hombre tuvo una familia y asimismo tiene sus generaciones que le habían antecedido.
De ahí que los pequeños leen de a poco el artículo verde de la página 9 de su libro de catequesis. De acuerdo llegan a las ciudades esenciales en la biografía de Jesús hacemos una parada para argumentar dónde estaban estas ciudades, por qué razón eran esenciales, y los pequeños unen cada localidad en el mapa de la parte de arriba de su libro con su fotografía respectiva. De esta manera consecutivamente con cada localidad. Del artículo remarcamos la relevancia en estos puntos:
Lealtad no garantiza el éxito
A fin de que la multitud está en su derecho a la realidad, si bien no hagan caso. La compromiso del profeta es charlar la palabra de Dios lo mucho más clara y convincente viable. Lo que la multitud realice con esa palabra no está bajo el control. De algo tenemos la posibilidad de estar seguros, las reacciones a esta palabra ocasionarán terribles divisiones. Ciertos aplaudirán y otros se enfadarán. De ahí que Jesús mencionó que no venía a llevar la paz sino más bien la espada.
A primer aspecto, Jeremías no tuvo bastante “éxito”. Sus oyentes lo ignoraron completamente, los babilonios destrozaron Jerusalén y el pueblo de Israel fue llevado al exilio. El viernes beato tampoco dio la sensación de que Jesús había tenido éxito. No obstante, 300 años después los romanos que le colgaron le adoraban y un elevado número de vidas habían sido cambiadas para toda la vida.
José Smith
- «Fui a la arboleda y recé para entender a qué iglesia debía unirme.»
- «El Padre Celestial y Jesucristo se me se dieron a conocer y me afirmaron que no me uniera a ninguna de las iglesias que existían entonces.»
- «Yo era obediente a Dios y ayudé a volver a poner la auténtica Iglesia de Jesucristo en la tierra.»
- «Me pusieron en prisión frecuentemente y fue ejecutado gracias a mi testigo.»
Escoja tres pequeños a fin de que representen a estos profetas y también invítalos a ofrecer las pistas a la Principal. Invita a los pequeños a alzar la mano en el momento en que crean que saben de qué profeta se habla y después solicite a todos y cada uno de los pequeños que repitan juntos la contestación. Una vez que hayan reconocido a cada profeta, lean un pasaje de las Escrituras sobre este profeta (Moisés: Éxodo 3:4–5; Lehi: 1 Nefi 1:5–6; Josep Smith: Josep Smith—Historia 1:16–17 ). Señale que Moisés fue llamado por Dios, que Lehi fue llamado por Dios y que José Smith fue llamado por Dios. Decid a los pequeños que todos y cada uno de los profetas son llamados por Dios.
Los tiempos de los profetas
De manera contraria a eso que acostumbra ocurrir con otros temas tomados del Viejo Testamento, en los que como regla establecida el tiempo de producción se desplaza entre la segunda mitad del siglo XVI y finales del XVII, con el tema de los profetas hay una condición diferente: los profetas —como prácticamente no tocan elementos fundamentales de la tradición católica y de ahí que no afectaban a procesos de evangelización básica— no se generan en el siglo XVI. Desde el siglo XVII, comienza su producción, que llega hasta el siglo XVIII (gráfica 1). La producción tiene ciclos narrativos de picos de treinta años en 2 instantes: entre 1650 y 1680, y entre 1690 y 1730. Desde la segunda mitad del siglo XVIII le pasa como la mayoría de los temas del ‘ Viejo Testamento, sigue con una producción pequeñísima.
Gráfica 1. Línea de tiempo de la representación de los profetas