seguramente, todos y cada uno de los hispalenses hemos paseado por el vecindario de Santa Cruz por lo menos una vez en la vida. No obstante, son menos los hispalenses que conocen la trágica historia que cierran sus calles, que han vivido varios de los hechos mucho más sombríos de los últimos 800 años desde la reconquista cristiana de Sevilla, en 1248. En concreto, me refiero al papel histórico del vecindario de Santa Cruz como testigo de las persecuciones contra la red social judía que radicó allí hasta el Edicto de expulsión de los Reyes Católicos, en 1492.
Si bien es creencia común entre varios hispalenses que el vecindario de Santa Cruz y la judería de Sevilla ocupaban un mismo espacio urbano, la verdad es que los límites de la vieja judería excedían los del presente vecindario de Santa Cruz, englobando parte de este vecindario para alcanzar hasta Santa Maria la Blanca y San Bartolomé. Los judíos que vivían allí, exactamente la misma los que habitaban en el resto de la Península Ibérica, eran descendientes de esos que abandonaron Judea con la diáspora del año 70 dC, tras la conquista de Jerusalén por Tito y la destrucción del Templo. No obstante, para distanciarse del estigma que suponía el deicidio de la crucifixión de Jesús, los judíos hispanos realizaron una sucesión de mitologías genealógicas que ubicaban su presencia en la Península en instantes muy precedentes, como en la diáspora del 583 a. la destrucción del Templo por el rey babilonio Nabucodonosor, o aun bastante antes, en tiempos del rey Salomón, en el s. X aC
Un inconveniente que todavía es de hoy
Pero el antisemitismo -la discriminación u hostilidad contra los judíos como conjunto racial o espiritual, según la Enciclopedia Britannica- no es un fenómeno obsoleto. En verdad, vive un instante de expansión cuando menos en USA y Europa, maximizado por los alegatos de odio y las narrativas conspirativas injustificadas que se expanden en comunidades.
En un sondeo único de CNN efectuado en 2018, uno de cada 20 de europa ha dicho no entender de la presencia del Holocausto, y la cifra subía al 12% en Austria, el país de nacimiento del líder nazi Adolf Hitler. Además de esto, una tercer parte de los entrevistados aseguró que los judíos empleaban el Holocausto para progresar sus situaciones, una de las maneras mucho más sutiles del antisemitismo.