en el nahuatl no existe lpalabra religión dios sacrificio

Generaciones de estudiantes franceses aprendieron que la crónica de su país comenzaba con “nuestros ancestros ​​los galos”, un pueblo simpático que resistió la invasión romana. Lamentablemente hay rastros de que los galos practicaban el sacrificio humano y la historia de historia legendaria oficial logró lo viable por almacenar silencio sobre este suceso. Los sacrificios humanos pertenecieron asimismo a la tradición de múltiples otros pueblos del viejo planeta –los helenos (con el sacrificio de Ifigenia) y los hebreos (con el de Isaac). En verdad, el sacrificio, humano y animal, es un tema general de tipo «antropológico», ya que remite a la naturaleza de las sociedades humanas y, como tal, se encuentra dentro de los elementos de reflexión de las sociología.

Es desde la segunda mitad del siglo XIX en el momento en que la antropología de la religión comenzó a llevar a cabo definiciones del “sacrificio”.

religión

Según entre las mucho más conocidas, producida inmediatamente antes de 1900, el sacrificio es una oblación cuya materia es destruida; incluye la participación de tres actores: la víctima, la deidad a la que se destina la ofrenda y el sacrificante que procura recibir provecho a través de este acto.

Charlamos de entre los temas mucho más controvertidos, y por qué razón no, ocultos de la religión católica cerca de la evangelización de México.

Particularmente, procuraré argumentar las roturas y continuidades que se dan cerca de la Virgen de Guadalupe; antes famosa como la diosa Tonantzin que, sin que sean exactamente la misma, la una fué seriamente influida por la segunda a fin de que los originarios dejaran sus tradiciones de adoración y empezaran su devoción eclesiástica según con lo que los españoles imponían, con el objetivo de “civilizarlos”.

En el Cerro del Tepeyac, donde se alza la Basílica de Guadalupe y es rincón de adoración de la “Patrona de México”, los indígenas mesoamericanos tenían un centro de devoción destinado a la diosa Tonantzin, que significa “nuestra marita”, ¿les suena familiar? Tonantzin para los mexicas, era la madre de todo cuanto existe, de los hombres y, lo más esencial, una parte de la pareja divina que creó en el planeta y en todos y cada uno de los seres vivos. Las deidades femeninas tenían una fuerte presencia y un santuario especial en el que se les adoraba.

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