en el colegio que se da en religion catolica

Por Paloma Ramis Gutiérrez Sociedad Chilena de Ciencias de las Religiones

Chilenos y chilenas disponemos influencias culturales que copiosamente se fueron mezclando a través del tiempo, está claro que somos hijos de una cultura mestiza. De nuestra tradición vernácula hemos heredado un sinfín de elementos culturales que frecuentemente se fueron solapando en tradiciones foráneas, resultando de esto un conjunto de manifestaciones, ignorando frecuentemente su origen o, sencillamente, nos limitamos a reiterar -las de manera autómata. Por este motivo, el estudio de la Historia y la Cultura no solo es esencial, sino más bien fundamental para conocernos y comprender a otros.

Instituto católico en La capital española

Tajamar es una obra corporativa del Opus Dei que es una institución de la Iglesia católica establecida por san Josemaría Escrivá de Balaguer . Su misión radica en dar a conocer el mensaje de que el trabajo y las situaciones ordinarias son ocasión de acercamiento con Dios, de servicio a el resto y de optimización de la sociedad.

Proceder a las periferias

Tenemos la posibilidad de invertir elementos y dinero en dotar de espléndidos instructores y clases institutos y parroquias donde prometemos sugerir una educación religiosa de calidad… Pero lo vamos a hacer separándonos del sitio por donde transcurre verdaderamente el alumnado. Y con ese alejamiento delicioso lo traicionaremos, por el hecho de que estos chicos que eligen la clase de Religión a otras elecciones -en este momento en la práctica la papiroflexia, por obra de la ministra Celaán, para mucho más escarnio el día de hoy embajadora en el Vaticano- no pisarán de forma previsible, en varios años, una parroquia, y bastante menos por apuntarse a unas clases lejanas en su ambiente escencial. Los estudiantes que asisten a Religión en la enseñanza pública no solo raras veces o jamás asisten a misa, sino ahora ni hacen la primera Comunión.

cristianismo

Exactamente por el hecho de que de ahí que tienen que salir de su campo escencial, poco a poco más achicado.

Al fin y al cabo, la Religión en la escuela pública va a poder tener escasas horas, menos medios, y de un público poco preparado al esfuerzo. Pero o sea lo que sucede con todas y cada una de las materias, conque o le ofrecemos lo que se puede ofrecer en estas situaciones, o no van a tener nada. De muchas formas se nos comunica a los instructores de Religión (de la pública, insisto) que nuestras clases van a ser para bastantes la última ocasión de oír charlar de Dios, o en nuestro caso que les expliquen apropiadamente la doctrina católica. No hay duda de que no se tienen la posibilidad de poner puertas en el campo ni recortar a Dios las manos. Exactamente de ahí que no se les puede denegar ese viático. Y sí, aspirar a que no sea la última ocasión: pero si le negamos, ni eso van a tener.

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