el yoga va en contra de la religion catolica

El hombre de el día de hoy, hacinado en una localidad, se siente verdaderamente arrollado por una cantidad enorme de estímulos sensoriales que, con el tiempo, le alienan, le sacan de sí y le sumergen en el aturdimiento, de ahí que busca métodos de meditación o de relajación como el yoga. ¿Pero qué opina la Iglesia?

El tema es de su discutido, en tanto que hay quienes solo con percibir ese nombre, lo satanizan; otros, en cambio, procuran llevar a cabo coincidente este estilo de meditación con el cristianismo, convirtiéndolo en el llamado “yoga católico”.

El yoga y el hinduismo es obra del demonio

Como vas a ver, la historia del Yoga Occidental está llena de misterios ocultos y satanismo. Pero esta no es la única razón por la que los católicos y los cristianos suponen que el yoga es arriesgado y puede llevarnos al satanismo o nos aproximan al demonio. En verdad, la primordial razón por la que afirman el yoga es un riesgo es que esta especialidad es un engaño del demonio para distanciarnos del sendero de Dios… o algo de esta manera. En expresiones de Benedicto XVI, la realización de estas prácticas puede llevarnos a: perder la fe y la perversión de la relación hombre-Dios suponen una profunda desorientación del humano; conque, en el final, el hombre se casa con la patraña.

  • Podría interesarte: Las raíces del yoga postural

Métodos y técnicas, relativos

purificación, iluminación y unión.

Un esquema a interpretar adecuadamente. En lo que se refiere a la purificación ahora la ascesis, el archivo apunta que “las pasiones no son, en sí mismas, negativas, sino es negativa su inclinación egoísta y, por consiguiente, el católico debe liberarse de ellas para llegar a ese estado de independencia efectiva”.

Término de Dios

Uno, el término de Dios es diferente. En el yoga, generalmente, Dios no es un Dios personal, sino más bien una substancia impersonal espiritual que es uno con la naturaleza y el cosmos. Tras esta filosofía de la fusión se oculta un panteísmo en el que diríase que todo es Dios y Dios es todo.

No hay distinción entre lo sobrehumano y lo natural, entre Dios y los hombres, entre el Constructor y la criatura. No hay un término personal de Dios, con lo que es una espiritualidad sin Dios. Como bastante se charla de lo absoluto cósmico o del ser divino, pero no de Dios.

A imagen y semejanza de Dios

Ser a imagen y semejanza de Dios puede atemorizar a ciertos, que se temen que el poder concedido por Dios al hombre lo confunda y desee ser Dios, pero la historia nos mostró puesto que la opresión de la realidad –en un caso así, de la capacidad espiritual del humano– no acostumbra traer provecho. San Ignacio de Loyola, que enseñaba a rezar con la respiración, o san Juan de la Cruz, que supo desembarazarse de lo temporal y no embarazarse con lo espiritual, abrieron sendero para integrar cuerpo y espíritu, sin temor.

Animo a estimar las ventajas que puede traer: reflexión, aceptación, disminución de los juicios, tranquilidad, conocimiento personal, etcétera. Cada uno de ellos va a decidir qué hace con lo logrado, si se lo queda para él o lo comparte con otra gente humanas, angélicas o divinas.

Deja un comentario