el respeto por las demas religiones no me imponga

Los derechos se ganan, no se solicitan. ¿A quién se le puede soliciar respeto? ¿Qué es lo que significa que otros te respeten?

Si no se conversa…

Como no hay comunicación, Ramos enseña que podrían iniciar las riñas por no haberse puesto según tiempo. «Podría ser realmente tarde en tener hijos y se crearía un ámbito de toxicidad, sin armonía ni paz», añade.

Guacajol enseña que, si un individuo tiene mayor dominancia en la pareja, en la crianza podría antagonizar los valores o los idóneas de la otra religión. “Hay que eludir esto. Es esencial que las religiones se vean válidas y no caer en la manipulación de sus hijos en la etapa de crianza”, expresa.

Pero hete aquí una segunda confusión: Ofensa con mal. La ofensa está en la cabeza del insultado, pero no hay ningún daño. Solo la expresión diferente a la suya. En el instante, se sucedieron acciones raramente organizadas contra las mujeres que participaron de la performance: sistemáticas amenazas, estallidos en comunidades, incitación a la crueldad y agresiones físicas. Esto, lo que hicieron varios fieles, es, indudablemente, un avance a los derechos de la gente.

Lo malo es en el momento en que el INADI, organismo del Estado, tras recibir una demanda, protege estas formas de proceder al dictaminar que esa performance fue “un acto de ofensa hacia los cristianos, especialmente católicos, una ofensa para Mendioroz (la persona que logró la demanda) por ser mencionada y un ataque a la independencia religiosa, y se atacaron «los sentimientos religiosos» (!). Es una imposición religiosa la que dicta cuestionar un credo y su situación política es faltar el respeto a sus leales. Y el Estado no debería confundir un posicionamiento político distinto con un supuesto ataque a la independencia religiosa apoyado únicamente en el personalísimo “sentimiento” de ofensa.

La blasfemia que rechazaron demandando linchamientos (hasta exorcismos) está solo en los amos de los insultados, por el hecho de que aquí no hay delito, no hay delito. No hay, en estas manifestaciones políticas, ningún delito como sí existe en los muchos casos de abuso por la parte de curas que, en su mayor parte, no terminan en la justicia. Con muchos casos de delincuentes privilegiados amparados por el Estado que migran impunemente de un ubicación a otro. Además de esto, la iglesia católica fué cómplice de genocidios, incluyendo el mucho más reciente en este país, si charlamos de crímenes. Y las (¿anacrónicas?) manifestaciones de odio y crueldad contra las mujeres de una parte de un puñado de entusiastas, lejos de ser repudiadas, son fogoneadas desde el poder espiritual.

Deja un comentario