Es ineludible para todo el que habituado a bucear en la historia, cuando menos para la que redacta estas líneas, fascinarse actualmente histórico que nos ha tocado vivir en la cabalgadura de los siglos XX y XXI. Y lo es por el hecho de que nos encontramos frente a un fenómeno sin precedentes en el desarrollo civilizatorio de la raza humana: el acercamiento entre China y Occidente, entre la civilización viva mucho más vieja del globo y su alter cultural.
Es verdad que mercaderes, misioneros, filólogos y algún pensador nos habían aproximado a China desvelando ciertas (muy escasas) de las joyas de su civilización durante los últimos cinco siglos. Pero jamás este acercamiento había sido tan directo, tan inmediato, tan real, y con tal potencial de ser fecundo como en el recién estrenado era de la globalización y del espacio digital. Instantes de encontronazo civilizatorio afín lograron ser, quizás, los descubrimientos del nuevo planeta en el siglo XVI, o la revolución Industrial del XIX por el gran cambio que se operó en la vida de la gente tras estos procesos históricos.
Cultura China Vieja
China es un país en el este de Asia cuya cultura se considera la mucho más vieja, aún que existe, en el planeta. El nombre ‘China’ procede del sánscrito Cina (derivado del nombre de la dinastía china Qin, pronunciado ‘Chin’) que los persas tradujeron como ‘Cin’ y semeja haberse popularizado a través del comercio durante la Ruta de la Seda desde China al resto de todo el mundo. Los romanos y los helenos conocían al país como ‘Seres’, «la tierra de donde procede la seda».(ver: Carnavales de Oruro) en los jornales de Barbosa que cuentan sus viajes al este (a pesar de que los de europa sabían desde hacía tiempo de China a través del comercio por medio de la Ruta de la Seda). Marco Polo, el popular explorador que familiarizó a China con Europa en el siglo XIII, se refirió a la tierra como ‘Cathay’. En chino chino mandarín, el país se conoce como Zhongguo, que significa «estado central» o «imperio medio».
La narrativa de una Iglesia perseguida
La iniciativa de la iglesia perseguida se encuentra dentro de las 4 narrativas dominantes que han caracterizado el alegato católico occidental y extranjero sobre China a lo largo de las últimas 4 décadas .
Esta narrativa todavía es la trama de referencia para los cronistas condicionados a buscar enfrentamientos entre el estado autoritario y los conjuntos de la sociedad que se animan a ponerse en contra. Activistas de derechos humanos, conjuntos de especialistas, políticos y muchas organizaciones evangélicas amplifican la historia, de forma frecuente para respaldar temas que tocan distintos puntos que van alén de lo espiritual en China. De esta manera, la iglesia perseguida de China se transforma de forma fácil en un acompañamiento involuntario al servicio de las agendas políticas del resto.
Las dinastías de la Vieja China
La Enorme Muralla China fue edificada por 2 dinastías distintas.
Hacia 2000 a. C. brotaron en China las primeras dinastías conocidas, que crearon una tradición imperial central en la historia venidera. La primera famosa fue la dinastía Xia, pero según los cuentos mitológicos chinos la Vieja China fue regida previamente por tres augustos y cinco reyes míticos, de los que no existe no obstante ninguna prueba histórica. Estos mandatarios mitológicos fueron:
Origen del taoísmo
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La palabra Tao, que asimismo se puede transcribir del chino como Dao, se refiere al sendero de la vida, a su camino y concepto. De ese término absoluto deriva la palabra taoísmo, una religión y creencia de la antigüedad, que aparece en China, donde asimismo convergen ideas budistas y confucianas.