Se escribió bastante sobre historia de la ciencia, especulando sobre el papel, para unos positivo, para otros negativo, que la religión (y singularmente la cristiana, que ha centrado parte importante de este enfrentamiento ) tuvo en su avance. Sintetizando las cosas, tenemos la posibilidad de clasificar las relaciones ciencia y religión en 4 probables posiciones: confrontación, concordancia, independencia y complementariedad.
Para los incondicionales de la confrontación, la religión sería una manera de conocimiento alterno a la ciencia, que se opondría a ella frontalmente, al considerarla como un contrincante en la explicación de la verdad. Según este planteo, el progreso de la ciencia mermaría el de la religión, que quedaría apartada solo a eso que la ciencia ignora. Por tal razón, los líderes religiosos habrían intentado eludir el avance científico, persiguiendo a los primordiales renovadores. La situacion Galileo resultaría, según ese planteo, paradigmático. Los enfrentamientos mucho más recientes, a propósito del evolucionismo o del comienzo del cosmos, confirmarían esa confrontación.
El Dios constructor del Islam
En la tradición judío-cristiana obtenida asimismo por el Islam podemos encontrar una novedad en relación a las concepciones de las tradiciones orientales consistente en la concepción completamente monoteísta y trascendente de un solo Dios que se revela en la historia y que es el constructor del cielo y la tierra, esto es, de todo cuanto existe. El pueblo judío realiza esta concepción de Dios y de todo el mundo en sus escritos contenidos en los diferentes libros de la Biblia. Estos escritos admitidos en la Biblia cristiana son la base de una posterior elaboración acorde con la fe cristiana. Asimismo sirven de base en la concepción de Dios constructor del Islam. La relevancia de esta tradición es grande, puesto que la ciencia actualizada nace en el contexto católico de occidente y también influyó su concepción de todo el mundo como diferente a Dios y desarrollado por él.
Un factor clave en el nacimiento de la ciencia actualizada es la iniciativa de un nuevo modelo cosmológico heliocéntrico que reemplazará al geocéntrico, vigente desde la antigüedad y elaborado por los enormes astrónomos helenos. Este modelo cosmológico geocéntrico amoldado al pensamiento católico produjo la imagen del cosmos vigente a lo largo de toda la Edad Media.