Comenzamos aclarando que Cristo no es ni el segundo nombre ni el apellido de Jesús, el hijo terrenal de José y María. Cristo es una palabra latina cuya traducción del hebreo original significa “mesías o ungido” como homónimo del mismo idioma, y se utiliza como epíteto para designar al Jesús de Nazaret. Mediante los años, y secundado por las iglesias, en especial la católica, el término Jesucristo terminó siendo el apelativo de que la Biblia charla como el enviado de Dios o su hijo Unigénito. Lo acertado sería decir Jesús, Cristo.
Si nos remontamos a la temporada, debemos el cristianismo, como se conoce el día de hoy al fan de Jesús, no existía. No en la temporada en que dicen inició su desarrollo de predicación. Posiblemente ni él mismo creyera que cualquier día existiría una religión con su nombre, sin dependencia de la religión que profesaba su familia y todos sus fieles de la temporada, ya que, en vez de la Biblia se refiere a algo semejante. Aun tenemos la posibilidad de atestiguar que el evangelio que platicaba era exactamente el mismo que le enseñaron a Judea y que él exaltaba las partes esenciales, entonces el territorio de Palestina y sus aledaños se encontraba sometido por romanos paganos, lo que contribuyó a que se degenerara el judaísmo, entre las religiones al lado del Islam, predominantes en el área.
Peculiaridades de la religión
La religión muestra una sucesión de peculiaridades que, en su grupo, la distinguen de otros sistemas de opiniones (como la filosofía o la política). Estas especificaciones son:
- La creencia en la presencia de algo sagrado. Por servirnos de un ejemplo, dioses u otros seres sobrenaturales.
- La distinción entre elementos y espacios sagrados (la imagen de una divinidad, un templo) y elementos y espacios profanos.
- La realización de actos rituales centrados en elementos y espacios sagrados. Por servirnos de un ejemplo, frases, liturgias.
- La presencia de un código ética que se considera origen sagrado o sobrehumano. Por servirnos de un ejemplo, los Diez Mandamientos.
- La existencia de sentimientos y reacciones habituales, socias al contacto con los espacios y elementos sagrados ahora los rituales centrados en ellos o en seres sobrenaturales. Por servirnos de un ejemplo, sorpresa, adoración, culpa, miedo reverencial.
- La utilización de distintas maneras de comunicación con lo sobrehumano. Por poner un ejemplo, frases, sacrificios, danzas rituales.
- Una cosmovisión que incluye una explicación sobre el sitio que el hombre y el resto de la naturaleza llenan en el planeta, la relación entre ellos y el propósito general de la presencia. Por poner un ejemplo, la iniciativa de todo el mundo como creación divina y del humano como centro de creación.
- Una organización de la vida fundamentada en esta visión de todo el mundo. Por servirnos de un ejemplo, la iniciativa, común a muchas religiones, de que la presencia de cada sujeto fué cierta por un dios desde la eternidad.
- La capacitación de un conjunto popular unido por y hacia las opiniones compartidas. Por servirnos de un ejemplo, la Iglesia católica o todas las distintas iglesias protestantes.
Nombre Cristianismo
El nombre del Cristianismo procede del heleno christianoso, derivado de Christos, la traducción del vocablo hebreo mesías, que paralelamente significa “ungido”.
De esta forma, el nombre de la secta se sostendría durante los siglos y ocasionalmente reuniría doctrinas bastante dispares en su interpretación religiosa, si bien afines en sus basamentos místicos.