contribucion de las religiones a la paz y la concordia

Xavier Garí de Barbarà. En un planeta convulso, donde las desigualdades no menguan y mucho más bien semejan acrecentar, y en el que hay la extendida sensación de que hay una explosión de la crueldad, en especial de raíz religiosa, la raza humana se hace una pregunta doble: cuándo vamos a tener la paz, ¿y qué papel se ajusta a las religiones que el día de hoy se ven perjudicadas por la ola terrorista y bélica? La contestación es múltiple y complicada, y no puede recaer solo en las tradiciones religiosas. No obstante, las religiones no tienen la posibilidad de eludir el reto y excusarse frente a la compromiso colectiva de nuestro planeta. No tienen la posibilidad de llevarlo a cabo más que nada por su vocación profética y la tradición de sabiduría de todas y cada una, pero asimismo por la vocación de autoridad ética mundial a la que están llamadas.

Para iniciar, el teólogo católico Hans Küng ahora se adelanta, acertadamente, a la contestación con una aproximación clarísima y abierta: «No va a haber paz en el planeta mientras que no haya paz entre las religiones», y agregaba que estas hallarán la paz en el momento en que dialoguen entre ellas. Küng sentencia una doble seguridad y reconoce un importancia primordial para las religiones. Al fin y al cabo, tienen que percatarse de que están frente a un reto compartido obligadamente que debe conducirlas hacia la unidad en la variedad, que las dotará de una fuerza y, más que nada, de una autoridad mundial incontestable que en este momento no tienen. Para lograrlo, es requisito proceder a los orígenes y en el fondo de la enorme riqueza de todas las tradiciones espirituales y religiosas de todo el mundo, que se dieron a conocer antes que todas y cada una de las guerras, antes que los estados y antes que nuestra democracia que el día de hoy no halla caminos para pacificar el planeta. ¿Quizás la revolución pendiente de la raza humana es la de las religiones? La verdad es que son una sección indispensable de la opción alternativa para seguir hacia un planeta mucho más fraterno y en paz. Pero, ¿de qué forma llevarlo a cabo?, ¿qué fases habría que ir superando?, ¿qué desafíos y adversidades enfrentar?

Convidación a 600 personalidades

Por tal razón, nosotros los fieles, y según con nuestra fe, debemos juntar nuestros sacrificios para llevar a cabo en frente de los intentos de cultivar la discordia entre los pueblos usando la religión, que solo ha de estar al servicio de la paz y jamás de la crueldad. Cualquier ofensa nuestras opiniones, nuestros contenidos escritos sagrados forma un insulto para todos y cada uno de los fieles. La idea de esta II Día fué exactamente la de trasmitir la esencia y valores de nuestras opiniones para hallar un planeta mucho más justo y mucho más condescendiente. Se han invitado a 600 personalidades y representantes de gobiernos y comunidades religiosas de España, Azerbaiyán, Van a ir, Arabia Saudita, Israel, Turquía, Irak, Egipto, Rusia y Albania, entre otros muchos. Además de esto, esta II Día agregará un capítulo cultural con la señalada participación del corazón mixto de Antakia, ligado del Ministerio de Cultura de Turquía, que integra a 36 elementos y que representa a las tres religiones que forman parte en la día. La aceptación y el acompañamiento de esta segunda Día exactamente la misma la prestada en la primera por el Ministerio de Justicia del Gobierno de España fué una exhibe mucho más de la solidaridad, la tolerancia y el respeto del pueblo español hacia las distintas opiniones religiosas y reconoce la relevancia del diálogo interconfesional para hacer una convivencia pacífica en las sociedades. En GILMAR, hemos amado respaldar este acontecimiento, en el que la Fundación ha concedido la “Escultura Conmemorativa” a nuestro Asesor Encargado, Jesús Gil, como exhibe de agradecimiento por su acompañamiento ética y participación en un acto que fomenta y incentiva la solidaridad entre fieles de diferentes religiones.

Descarga aquí nuestra gaceta.

La edad secular

El pensador canadiense Converses Taylor, en su libro “La edad secular” , asegura que habitamos una temporada donde la religión se ha retirado del espacio público y la fe es solo una alternativa mucho más entre tantas otras. La creencia en Dios por el momento no es axiomática ni una precondición indiscutible, lo que sí sucedía en la temporada premoderna.

Taylor examina el desarrollo de secularización iniciado en el Renacimiento y que, hoy día, ha desembocado en una visión inmanente de la verdad, común a fieles y no fieles. Se afirmaría que la fe es solo entre las opciones predisposición del cliente. Taylor distingue 2 enormes tendencias en la civilización secular: el humanismo inmanente y el cientifismo. El primero sería aceptable y habría iniciado el desarrollo de secularización de hoy, al tiempo que el cientifismo es reduccionista, utilitarista, encerrado en la trascendencia y habría iniciado después, en el siglo XIX.

Deja un comentario