como se relaciona la religion con la naturaleza en egipto

La desaparición y las liturgias que le cubren son el instante favorecido para la aparición de las “imágenes habitadas”; imágenes que, en el contexto de un ritual dado, se transforman en espacios capaces de acoger la presencia del sujeto fallecido. En el viejo Egipto, donde la desaparición ocupaba un espacio central en su sistema de opiniones –o, por lo menos, se encuentra dentro de las partes mucho más resaltadas que nos llegó–, se tienen la posibilidad de encontrar ejemplos de enorme elocuencia mediante los que revisar este desempeño simbólico de la imagen. El cuerpo fallecido, inerte, era la frontera entre el planeta de los vivos y el de los fallecidos, y, asimismo, era entre los automóviles con los que atravesar el mágico umbral. El fallecido, en el momento en que abandonaba el cadáver, podía tener varios elementos que le dejaban desplazarse durante las múltiples pruebas que le aguardaban. Asimismo podía tomar contacto con los vivos a través de elementos como los sueños o las imágenes que le servirían de casa para su ba o akh. En el sortilegio 65 del Libro de los fallecidos se puede leer: “He salido en la manera de un akh viviente al que la multitud común en la tierra adora”. Este akh viviente, que podía habitar en las esculturas que acompañaban al fallecido a su tumba, era solo entre las manifestaciones espirituales que tenían los egipcios. En la tradición cristiana comunmente se recurre al alma o espíritu para aludir a la manera etérea que se contrapone al cuerpo físico; por contra, los viejos egipcios tenían un sistema de manifestaciones articulo mortem considerablemente más complejo.

Libro de los fallecidos (Papiro de Ani). Escena del juicio. C. 1250 a. C. (British Museum).

El viejo Egipto.

Los egipcios desarrollaron, al unísono que las civilizaciones fluviales mesopotámicas, una cultura propia, con una enorme singularidad.

El viejo Egipto se encontraba en el valle del río Nilo, en el Norte de África. Este valle es un colosal oasis prácticamente cerrado en la mitad de los desiertos que le cubren. Entre junio y septiembre las lluvias provocaban las crecidas del río.

Las pirámides, primordiales para continuar estando

Toda esta historia de la civilización egipcia, que está documentada y ha requerido de siglos de investigación para entender, nos comunica algo: los faraones estaban ofuscados con el cielo, las estrellas, el Sol, proseguir viviendo y asimismo con las lomas.

De ahí que, observamos en contenidos escritos egipcios, explícitamente, que las pirámides eran “una evolución de la colina indispensable”.

Qué es la kofta

La kofta, que asimismo puede recibir el nombre de kofte, kefta o kufteh, es un plato de albóndigas de carne. Pero al decir albóndigas no debemos meditar en la manera redonda tradicional, sino más bien en un caso así alargada. De todos modos, el formato es el del kebab, o sea, en forma de pincho con un pequeño palo de madera a fin de que no pierda su forma y se logre agarrar mejor. Y para cocinarlo, acostumbra usarse una parrilla o barbacoa, si bien asimismo se puede realizar en sartén.

En contraste a la kofta de Egipto, en otros países puede adoptar una manera mucho más plana, con apariencia de hamburguesa, como en Turquía, donde con frecuencia acostumbra ir acompañado de pan de pita, o con algún género de salsa , como el tajín en Marruecos.

Magia egipcia en “el mucho más allí”

Las pirámides fueron impresionantes tumbas destinadas a los faraones.

La magia y los ritos religiosos formaban una parte de la vida terrenal y del viaje del alma tras la desaparición, en especial, para los seres que representaban a las deidades, como los faraones.

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