Debemos tomar en consideración que en el momento en que charlamos sobre opiniones ahora hablamos de una percepción diferente de la verdad, adentrándonos en el lote de la fe, que en determinados casos se utiliza para justificar acciones irracionales en una obediencia ciega a una autoridad divina. No obstante, si bien la religión es el campo propicio donde se cultivan formas de proceder que podríamos relacionar con anomalías de la salud mentales, estas formas de proceder no viven como tal en las instituciones religiosas, sino más bien más que nada, en la interpretación personal o colectiva de las doctrinas y en la experiencia de estas prácticas incorporadas de a poco como lícitas en la cabeza de cada fiel y que se manifiestan de manera consciente o inconsciente en hábitos o acciones, la mayoria de las veces irracionales. La fe desplaza al fiel a desprenderse de una racionalidad común, transformándose en un arma de doble filo para la sociedad, al llevar a la persona de razón a la disparidad de forma alternativa, en unos casos mucho más que en otros. En este escrito vamos a dar una visión panorámica de la viable relación que hay entre religión (entendida como religiosidad) y la patología mental, acercándonos primero desde Dawkins a la experiencia personal del fenómeno, y después desde la aproximación que hace Szasz entre creencia religiosa y esquizofrenia, iniciativa que se concretará con la situación de Sartre sobre la fe de Abraham y sobre de qué forma abandonarse en una creencia religiosa es tan alienante como la creencia patológica misma del esquizofrénico.
Ejemplos de religiones
Frailes budistas.
- Budismo. Originario de la India, esta religión no teísta asigna de forma frecuente sus enseñanzas a Buda Gautama (Sidarta Gautama o Sakiamuni), un sabio cuya doctrina aspiraba a un equilibrio entre el ascetismo y la privación, y la distribución a lo sensual. La religión se extendió por una gran parte de Asia, con lo que el día de hoy es la cuarta religión de todo el mundo, con 500 millones de seguidores en 2 tendencias diferentes: Theravada y Mahayana. Tiene un sinnúmero de academias y también interpretaciones, tal como prácticas rituales y caminos de iluminación, ya que no posee un Dios dictaminante sentencia a los leales.
- Catolicismo. Primordial secta del cristianismo en Occidente, estructurada aproximadamente cerca de la Iglesia Católica de sede en el Vaticano y representada por el Papa. Tiene en común con todos y cada uno de los cristianos la fe en Jesucristo como el mesías y el hijo de Dios, y aguardan su segunda venida, que va a significar el juicio final y la conducción de sus leales a la salvación eterna. Su artículo sagrado es La Biblia (tanto nueve como viejo testamentos). Un sexto de la población mundial es católica y lo son asimismo mucho más de media parta de los cristianos de todo el mundo (mucho más de mil doscientos millones de leales).
- Anglicanismo. Anglicanismo es el nombre de las doctrinas cristianas en Inglaterra, Gales y también Irlanda tras la reforma sufrida por el catolicismo en el siglo XVI (popular como la Reforma Protestante). Las iglesias anglicanas depositan su fe en la Biblia, pero rechazan el devenir de la iglesia de Roma, con lo que se reúnen en torno al Arzobispo de Canterbury. Se las conoce en su integridad como la Comunión anglicana, un frente de 98 millones de leales en el mundo entero.
- Luteranismo. Popular como el movimiento protestante, es una secta que se adhiere a las enseñanzas de Martín Lutero (1438-1546) sobre la doctrina cristiana, conocidas como la Reforma Protestante, de la que fueron la primera agrupación en aparecer. Si bien no existe verdaderamente una iglesia luterana, sino más bien un grupo de iglesias evangélicas, se calcula que el número de seguidores llegue a los 74 millones de leales y, como el anglicanismo, admite la fe de Jesucristo pero repudia al papado y la necesidad de un sacerdocio, ya que todos y cada uno de los leales tienen la posibilidad de accionar como semejantes.
- Islam. Entre las tres enormes vertientes religiosas monoteístas, adjuntado con el cristianismo y el judaísmo, cuyo artículo sagrado es el Corán y Mahoma su profeta. Más allá de que reconoce como sagrados otros contenidos escritos como la Torá y los Evangelios, el Islam se actúa por las enseñanzas (la Sunna) de su profeta, según con 2 corrientes de interpretación llamadas Chiita y Sunní. Se calcula que en el planeta haya en torno a 1200 millones de musulmanes de corrientes aproximadamente radicales en su apego a los principios religiosos, lo que la hace la segunda religión con mucho más leales de todo el mundo.
- Judaísmo. Lleva por nombre de este modo a la religión del pueblo judío, la mucho más vieja de las tres enormes monoteístas, pese a ser la que menor número de leales profesa (unos 14 millones). Su artículo base es la Torá, más allá de que no hay un cuerpo terminado de las leyes de esta religión, pero forma una parte del llamado Viejo Testamento de los cristianos. No obstante, la religión judía agrupa a sus leales como una creencia, una tradición cultural y una nación, distinguiéndoles intensamente del resto.
- Hinduismo. Esta religión forma parte eminentemente a la India y Nepal, y es la tercera religión con mucho más leales de todo el mundo: unos mil millones de seguidores. Se habla de todos modos de un grupo de dogmas diferentes, organizados bajo un mismo nombre, sin un principal creador único ni ningún género de organización central, sino más bien una tradición pluricultural llamada dharma. Hete aquí la razón de que el hinduismo, como el judaísmo, represente no solo una creencia sino más bien una pertenencia cultural completa, donde tienen cabida el panteísmo, el politeísmo e inclusive el agnosticismo, puesto que no posee una doctrina única.
- Taoísmo. Mucho más que una pura religión, hablamos de un sistema filosófico que persigue las enseñanzas del pensador chino Lao Tsé, recogidos en el libro Tao Te King. Se apunta una concepción de todo el mundo regido por tres fuerzas: el yin (fuerza pasiva), el yang (fuerza activa) y el tao (fuerza superior reconciliadora que las tiene dentro), y que el hombre debe aspirar a armonizar al su interior. En este sentido, el Taoísmo no profesa un código o dogma al que los leales deban aferrarse, sino más bien una secuencia de principios filosóficos concejales.
- Sintoísmo. Esta religión politeísta es nativa de El país nipón y su objeto de adoración son los kami o espíritus de la naturaleza. Entre sus prácticas está el animismo, la veneración a los ancestros, y tiene pocos contenidos escritos sagrados de origen local, como el Shoku Nihongi o el Kojiki, y este último es mucho más bien un artículo de carácter histórico. Tampoco tiene deidades predominantes ni únicas, ni métodos de adoración establecidos, y fue la religión del estado hasta 1945.
- Santeria (Regla de Oshá-Ifá). Esta religión es producto del sincretismo entre el catolicismo europeo y la religión yoruba de origen africano, y se dio en el contexto de la colonización de america donde las dos etnias se contaminaron recíprocamente. Es una religión habitual en América Latina, Islas Canarias y con presencia en Europa y Norteamérica, pese a estar enlazada con las tradiciones de los pueblos nigerianos desperdigadas como esclavos por la mano conquistadora europea. Fué desacreditada por las concepciones eurocéntricas, que vieron en su politeísmo y las prácticas rituales, que de forma frecuente tienen dentro bailes, alcohol y sacrificios animales, una encara para los preceptos cristianos hegemónicos.
Género de religión
El teísmo es la creencia en la presencia de una o mucho más deidades o dioses que hay en el cosmos y, no obstante, sobrepasan o son independientes de la presencia física. Estos dioses interaccionan asimismo de alguna manera con el cosmos y frecuentemente se consideran omniscientes, omnipotentes y omnipresentes.
El disco y el politeísmo integran lo que es el teísmo. El panteísmo representa al unísono la creencia en un Dios superior al cosmos y muchas otras variaciones. Lo que no incluye es el ateísmo o la creencia de que no hay dioses y el agnosticismo o la creencia de que no se conoce si los dioses hay o no.