como saber si el cristianismo es mi religion verdadera

Difícilmente se logre proseguir actualmente, a mi juicio, en la afirmación barthiana, según la que, con el advenimiento del cristianismo tocan en el final todas y cada una de las religiones de todo el mundo, mostrándose todas y cada una falazes y sin valor alguno . Menos aún hay que sospechar un exclusivismo eclesiológico a la forma de la “Plus Ecclesiam nulla salus”, como lo planteaba Cipriano y después lo reafirmará el Primer Concilio Vaticano; pero me hago una pregunta asimismo si la iniciativa del cristianismo anónimo de Rahner forma una vía bastante responsable y válida para arrancar la tarea de diálogo con las religiones de todo el mundo y su consiguiente espiritualidad, desde el posicionamiento de la fe cristiana.

Resulta visible, a mi parecer, que en la exacerbación del método teológico de la pluralidad, así como se realiza en el software de hoy de los campos que engloban el exclusivismo de la importancia y el «extrans» de la misión de manera abiertamente extremista -el progresismo de izquierda, por decirlo abiertamente-, el tema de la definición congruente de la realidad teologal -trabajo propio de la teología sistemática en la fijación de las doctrinas cristianas- queda siempre y en todo momento apartado a un estado de perpetua postergación en labras de la relevancia capital que ejercitarán criterios como el inclusivismo y la tolerancia, y estos en el nivel radical.

María

En el final del libro se protege que la Virgen María es la evidencia de que nuestro planeta desarrollado es el más destacable imaginable. Es un enfrentamiento filosófico que viene de lejos. Leibniz defendía que este planeta es el más destacable de los mundos probables, si no, Dios habría desarrollado otro mejor. Beato Tomás de Aquino objetaba con razón que este planeta es mejorable y finito, Dios podría haber desarrollado un cosmos mejor, por servirnos de un ejemplo, con un tamaño superior.

María es la contestación a esta aparente contradicción: Dios podría haber desarrollado un cosmos mucho más especial, pero no una criatura mucho más especial que la Virgen María. El más destacable de los mundos probables, Dios lo ha concentrado en una mujer de Nazaret. El hombre está llamado a ser como Dios, ella es la única sin pecado o imperfección. Por consiguiente, la Virgen María es el reflejo en la tierra de la perfección de Dios.