La «novedosa apologética» que solicita nuestro tiempo Para educar a los pequeños y jóvenes en la fe, con una capacitación intelectual y ética sólida, resulta clave la calidad de la enseñanza escolar de la Religión. Sobre esto, el teólogo Aurelio Fernández, sacerdote y instructor, termina de divulgar un atrayente ensayo (1). Resumimos los consejos que da para mostrar esta asignatura en la escuela.
Como experto en teología ética, Aurelio Fernández es siendo consciente de que un instructor de Religión debe sobrepasar no pocos óbices culturales y también intelectuales heredados por el auditorio (relativismo, positivismo, individualismo…), aparte de tener que enfrentar la general ignorancia de los estudiantes sobre Jesucristo y su doctrina. De ahí que advierte de entrada que, más allá de que la enseñanza de la religión es una exposición de la fe diferente tanto de la evangelización como de la catequesis, no se debe separarla absolutamente de estos campos: los estudiantes precisan tener novedad de Jesucristo (evangelización) y presenciar la religión de manera personal y también íntima (catequesis).
¿Qué es la FE?
La FE es una Virtud Teologal que nos conecta con Dios. “La fe es garantía de lo que espera; la prueba de las realidades que no se aprecian” (Hb 11,1).
La fe es un don de Dios, una virtud sobrehumano infundida por él, “Para ofrecer esta contestación de la fe es precisa la felicidad de Dios, que se avanza y nos asistencia, adjuntado con el auxilio interior de el Espíritu Santurrón, que desplaza el corazón, lo dirige a Dios, abre los ojos del espíritu y otorga a todos gusto admitir y opinar la realidad” (DV 5). La fe es un don gratis que Dios hace al hombre.
Es una parte de la educación dada en la vivienda
La religión del hogar se desatiende horriblemente. Hombres y mujeres expresan bastante interés por las metas en países extranjeros. Dan para estas en forma liberal y de esta forma intentan tranquilizar su conciencia, ya que suponen que al ofrecer por la causa de Dios expían la desidia donde viven en relación a ofrecer el excelente ejemplo en su casa. Pero este es su campo particular y Dios no admite explicación alguna por la distracción donde dejan este campo. En el momento en que la religión es algo práctico en la vivienda, se logra realmente bien. La religión inducirá a los progenitores a efectuar la obra que Dios deseó realizar a la familia. Los hijos se criarán en el miedo y admonición del Señor.
La causa por la cual los jóvenes de la temporada de hoy tienen tan poca inclinación religiosa es que su educación es deficiente. No actúa verdadero amor hacia los hijos en el momento en que se les deja ceder a la furia, o en el momento en que se deja sin castigo la desobediencia a nuestras leyes. Como se tuerce la rama, de esta manera se inclina el árbol.