El libro de los Hechos de los Apóstoles en el capítulo 4, versículo 32, afirma que aquella red social cristiana tenía “un solo corazón y solo una alma”; los primeros cristianos comprendían y vivían a plenitud la hermosura del mandamiento del amor; eran uno con Cristo, un mismo cuerpo.
Hinduismo
Existen algunas semejanzas con el budismo, pero asimismo ciertas diferencias. Tal como al budismo el dogma alimenticio orienta hacia el vegetarianismo, consumen peces y lácteos. En el hinduismo no se fomenta el consumo de carne en tanto que va contra el principio de no dañar a los animales y por el hecho de que creen en la reencarnación.
La vaca es un animal sagrado, probablemente por los servicios que presta a la agricultura, esto es, la producción de leche, la fertilidad de las tierras, y comburente en los hogares. No se consume sangre ni huevos, pues son el origen de la vida.
La cocina de hoy y la predominación de la cocina cristiana: La Dieta Mediterránea
Las permanentes limitaciones en el consumo de carne propició a la Red social cristiana mediterránea un mayor consumo de pescado, legumbres como fuente de proteínas vegetales, pan y vino, tal como verduras y frutas. Asimismo estas limitaciones generaron un mayor consumo de aceite de oliva, puesto que la mantequilla de cerdo no se podía emplear.
El mayor consumo de todos estos alimentos logró que se creara un mayor comercio, tenemos la posibilidad de decir que cambió los hábitos alimenticios, favoreciendo lo que el día de hoy llamamos la Dieta Mediterránea, no pecamos de exagerados si mencionamos que la Iglesia Católica es la que ha propiciado la presente Dieta Mediterránea.
Otras prohibiciones en religiones
Aparte de los alimentos prohibidos o limitados, la mayor parte o todas y cada una de las religiones tienen un periodo preciso u otra situación en que debe practicarse ayuno.
tocino
De las tres religiones que se produjeron en Abraham, solo el cristianismo deja el consumo de carne de cerdo; en el Islam y el judaísmo, no. Y la autorización la dio no solo un Papa, sino más bien el primero: San Pedro.
En las Sagradas Escrituras (Hechos diez, 9) se relata la visión del apóstol de una toalla que bajaba del cielo con todos y cada uno de los alimentos comúnmente prohibidos a los judíos en ese instante (según las leyes del Viejo Pacto) y una voz le mencionó que comiese, pero Él se negó. A eso que la voz respondió: “Lo que Dios ha purificado, no te llames impuro” . En otras expresiones, en la Novedosa Coalición se habían dejado atrás algunos ritualismos alimentarios de la ley. ¡No hay comidas prohibidas!