canciones modernas que tengan que ver con la religión

Razón tenía a San Agustín al decir “canta y pasea”, citando a la alegría de la vida cristiana. Del mismo modo el Papa Francisco ha confesado de qué forma le agrada bastante cantar, si bien no tenga las capacidades para llevarlo a cabo, pues «hace bien en el alma».

Estos reconocidos artistas han tomado versículos de la Biblia, unos de una forma mucho más así que otros, y los transformaron en canciones que se volvieron reconocidas exactamente por el hecho de que la multitud (frecuentemente sin entender su procedencia) se sintió identificada con el mensaje. Este es el poder que tiene la música, no solo divertir, sino más bien asimismo empatizar con instantes y conmuevas humanas. En entre las canciones mucho más populares y triunfantes de la banda británica Queen, Freddy Mercury cuenta en sus versos un estado de felicidad y confort personal del que, suceda lo que suceda, absolutamente nadie puede quitarlo. Tanto es conque, en sentido figurado, se siente como «una estrella fugaz, un vehículo de carreras pasando a toda agilidad». El tono y la letra de la canción son de asistencia para realzar el valor de los buenos instantes y apreciarlos adecuadamente.

Miguel Ángel Hernando ‘Lichis’, el cantante de la Cabra Mecánica, detalla en esta canción un amor puro y también incondicional que sigue a pesar de que la situación no sea la mucho más conveniente. Al tiempo que cuenta ciertos puntos de una vida fácil, costumbrista y sin lujos, recurre a metáforas para referirse a esta sólida relación natural de instantes de adversidad: “Tú que eres tan bonita y tan lista, tú que te mereces un príncipe , ¡un dentista, tú!, te quedas junto a mí y el planeta me semeja mucho más amable, mucho más humano, menos extraño”.

Medites teológicas sobre el papel de la música en el culto

La música y el canto prosiguen desempeñando un papel escencial en la vida del pueblo de Dios actualmente. La civilización moderna y la tecnología actualizada aportan novedosas opciones y desafíos al ministerio musical de la iglesia. La vida de la gente está cercada de música: la televisión y la radio, la música de fondo de los juegos para videoconsolas, la música ambiental de los centros comerciales, los CDs y los sintetizadores. No obstante, la mayoría del tiempo la música marcha como «fondo» mucho más que como una ocasión para percibir seriamente, y bastante menos para formar parte. Fuera de la iglesia hay escasas oportunidades u ocasiones en la civilización de norteamérica a fin de que la multitud cante junta. Una gran parte de la música habitual (incluyendo la música cristiana habitual) que se compone hoy día está destinada a la interpretación y no a la participación.

La Iglesia asimismo tiene mucho más ingreso y mostró una mayor apertura a una mayor pluralidad de música: desde la himnodia tradicional al rock católico, desde las cantatas de europa a los corazones sudafricanos. Esta variedad ha de ser bienvenida y conmemorada; refleja la variedad y la riqueza de la creación de Dios. Pero la mayor pluralidad y las opciones musicales requieren mayor discernimiento y precaución en el momento de planear y realizar el ministerio musical de la iglesia. El pueblo de Dios canta; lo que canta y de qué forma lo realiza son cuestiones esenciales.

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