argumentos estudios cientificosen contra de la religion en la escuela

La educación debe realizar aflorar todo cuanto hay en la persona. Debe apuntar a esta otra dimensión, religiosa, espiritual, y, por qué razón no, mística, puesto que probablemente todos están libres a esta dimensión interior enigmática, mistérica, mística, de la que hay que comprender llevar a cabo eco existencial, en un sentido o en otro. Esta necesidad de preguntarse por el sentido de la vida y el impulso a ofrecer respuestas supuestamente «absurdas» es lo que forma para el pensador alemán Paul Tillich la dimensión religiosa del humano; y, en ese sentido, la dimensión religiosa es universal, sea la contestación fiel o no. Semeja que la capacitación persistente de los enseñantes es indispensable; no solo, para estudiar cada vez más, sino más bien para canjear con otros colegas pensamientos, ideas, vivencias. A fin de que se mueva, al fin y al cabo, desde el diálogo con las ciencias y con la civilización, el saber real y propósito sobre lo que significa el hecho real de la presencia de las religiones en la historia humana. La fragmentación del conocimiento

El trabajo teorético y práctico de la investigación

El procedimiento que guió la investigación fue el de la participación-acción crítica y reflexiva, que tiene presente el ‘ser ‘ y lo ‘ha de ser’.

cristianismo

En el primer caso, el ‘ser’, identificaron lo que pasaba con el ERE en todos y cada institución consultada, a través de una encuesta a directivos, conjuntos focales completados con alumnos de 6º y 10º grados y entrevistas semiestructuradas a los instructores de educación religiosa. Escogieron instituciones oficiales situadas en lo que Balancee llama “la Colombia profunda” o de la periferia: en 2 ciudades de Bolívar, tres de Norte de Santander, seis de Nariño y tres de Putumayo. “Son instituciones en las que hallas todas y cada una de las deficiencias: los instructores que enseñan educación religiosa no son licenciados ni en educación religiosa ni en teología; frecuentemente son instructores de otras áreas, aun de dibujo o educación física; los contenidos escritos que usan están desactualizados; no hay trabajo en grupo entre los propios instructores ni con los líderes de otras confesiones religiosas”.

En la situacion del “deber ser”, los estudiosos partieron de la idea de la vigencia de la teología y la pedagogía liberadoras y, por consiguiente, consideraron que era viable meditar en una “educación religiosa liberadora” . De ahí que, «la educación religiosa en visión liberadora es dialogante, crítica, reflexiva y crea conciencia al sujeto».

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