arabia saudi influencia de la religion en la sociedad

Entre las causas mucho más esenciales para eludir el odio a los musulmanes es detectar adecuadamente a los causantes de que el alegato integrista y extremista cale entre ciertos de sus integrantes. Es tan poco responsable incidir en la generalización sobre los musulmanes como pasar por prominente la relevancia de ideologías religiosas intolerantes que financian, fomentan y propagan un mensaje de odio que no tiene una sociedad abierta y democrática. El wahabismo y el salafismo son 2 corrientes diferentes suníes, pero superpuestas por un mismo término, el takfirismo. Que significa la expulsión de lo diferente, no concebir al resto de musulmanes como reales y el rechazo al que no ejerce ni su religión ni su acepción. En esencia, el wahhabismo y el salafismo son alegatos de odio.

Arabia Saudí es, adjuntado con Qatar, entre los países difusores mucho más esenciales de la corriente fundamentalista del wahabismo. La visión del Islam wahabí de su profeta Muhammad Ibn Abd Al Wahab, que data del siglo XVIII, preconizaba un ideario considerablemente más estricto para todos esos musulmanes que según él se habían desviado del verdadero mensaje del Islam.

islam

La unión de esta visión integrista del Islam y Arabia Saudita se dio en 1744 por el acuerdo pactado entre el predicador y Muhamma Bin Saud, principal creador de la dinastía Saud a la que el día de hoy forman parte los sátrapas del ‘ Estado de hoy de Arabia Saudí.

Radicalización

Las selecciones y el juicio pusieron de manifiesto el desarrollo de la radicalización en Indonesia, singularmente entre los jóvenes. Esta radicalización tiene múltiples orígenes, incluyendo los familiares, pero un aspecto fundamental es la red saudita bien sustentada económicamente de academias, becas, imanes y mezquitas que tratan de sustituir a las interpretaciones locales del islam, que comunmente han impulsado la democracia y las relaciones pacíficas entre las religiones, con el wahabismo saudita. Esta predominación saudita ha reaparecido en múltiples instantes clave de la narración de Indonesia.

En el siglo XVIII, Muhammad ibn Abd al Wahhab, de quien toma su nombre la interpretación extremista ‘wahabí’ del islam, aliado con la tribu Al Saud, atrapó las zonas centrales de la Península Arábica, incluyendo las santas ciudades de La Meca y Medina. Esto provocó una reacción y enfrentamiento por todo el planeta musulmán, incluida Indonesia.

Carlos Alberto Patiño Villa*

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